mayo 18, 2015

Enoturismo, gastronomía y sector eventos (MICE)

Parece que últimamente los eventos de empresa (lo que habitualmente llamamos sector MICE) forman parte de la preocupación de muchos territorios de vino. También hay asociaciones de restauradores, colectivos de cocina y por supuesto restaurantes de bodegas o empresas de catering que dan servicio a éstas, que empiezan a entender que hablar de enoturismo y hablar de gastronomía para el sector del turismo de reunión, poco tiene que ver con la oferta que tienen actualmente. Un evento de empresa no es un evento social, una boda o similar. Todo lo contrario.

Comparto con vosotros una parte de un seminario impartido recientemente sobre tendencias en el sector de la restauración MICE.
El curso fue divertido. Muchos de los asistentes por primera vez diferenciaron un evento de incentivo de un evento de Team Building o un seminario. Conocer al cliente MICE es lo primero. Adecuar la gastronomía a la necesidades de cada cliente, una vez que conoces sus objetivos, parece mucho más sencillo. Nuestro reto terminó hablando de cómo vender nuestra restauración a esta tipología de clientes.
Sin duda un sector de alto valor añadido pero que exige además de profesionalidad, un buen conocimiento de la distribución y del mercado turístico.
Espero que la presentación os sea de utilidad.

(C) Alicia Estrada




mayo 11, 2015

¿Y tú qué tipo de enoturista eres?

¿Cómo son los enoturistas? ¡Mira que la pregunta nos la habremos hecho veces! Sin embargo a partir de mi intervención en VIVID Enoconference, evento organizado recientemente  en el Empordà gracias al buen hacer de Laura Masramón, me pareció que la respuesta ante tal cuestión no era tan conocida como yo creía. Así que si os parece, podemos compartir desde este espacio, algunas reflexiones sobre las miradas de los enoturistas...

LOS EPICÚREOS, a los que podemos llamar también Hedonistas, son los amantes de las SENSACIONES. No les interesa especialmente el mundo del vino y llegan al territorio buscando vivir emociones. Les apasiona la gastronomía por la sorpresa de los sabores o las texturas; esperan catas sensoriales, que no técnicas, o talleres donde vivir experiencias de cocina o armonías. Entran en bares de vinos, abiertos a probar copas diferentes con tapas en maridaje. De la hotelería esperan igualmente la emoción cálida de una ventana abierta al viñedo que el descubrimiento del SPA y su cosmética de los hollejos. El vino y su mundo es la excusa perfecta para la exaltación de los sentidos. Prefieren SENTIR que conocer.
LOS CLÁSICOS  son los turistas que arriban al territorio deseosos de descubrir su PATRIMONIO CULTURAL. Llegan al vino a través de la arquitectura de la bodegas, de los museos de vino, de la historia sustentada por siglos de viticultores  o de monasterios elaboradores de vinos y destilados. Se suman con gusto a jornadas de cocina histórica, a festivales que recrean épocas pasadas y buscan hotelería que le ofrezca el privilegio de disfrutar de viejas construcciones y antiguas dependencias, sin que para ellos sean claves las experiencias sensoriales, los talleres u otras actividades lúdicas. Lo realmente importante es CONOCER.
LOS EXPLORADORES, al contrario que los grupos anteriores, llegan al territorio con la motivación del vino y su cultura. Su acercamiento al vino no es sin embargo pedagógico o técnico. Buscan las EMOCIONES, la alquimia del vino, todo aquello que se esconde tras la botella y que no aparece a simple vista. Son viajeros de pequeñas bodegas donde encontrar la sabiduría ancestral del hombre de campo. Viajan para salir con el viticultor y su caballo a arar el viñedo; se obsesionan con viejas y humildes  variedades que marcaron el pasado de vinos perdidos. No les interesan especialmente los mejores vinos, pero siempre los auténticos, aquéllos que hablan de tierra, de personas, de lucha, de vida... El vino es MAGIA, VIDA...
LOS EXPERTOS llegan al territorio por sus vinos. Buscan pedagogía, técnica...  y contemplan el vino desde un ACERCAMIENTO RACIONAL, en que el vino es CIENCIA. En este grupos se integran los profesionales del vino o la restauración, compradores de vinos, periodistas, grandes aficionados etc.
Espero que esta división, una de las muchas con las que podemos trabajar, os sea de utilidad para el diseño de vuestros productos de enoturismo. 
¡Salud!
(C) Alicia Estrada. 2015. 

mayo 06, 2015

¿Enoturismo sin turismo?

Hace muy pocos días participé como jurado para la selección de los galardonados en la primera edición de los Premios de enoturismo de Catalunya. Me sentí muy agradecida de la invitación que había sido cursada a partir de la Diputación de Barcelona. Y me sentí también muy contenta de la convocatoria de estos premios. Creo que todo lo que dé visibilidad al enoturismo, es un paso adelante. En este enlace podéis conocer a los galardonados. Desde aquí mis felicitaciones a Marta Domenech del Hostal Sport de Falset. Poca gente trabaja con tanto entusiasmo y dedicación por la unión de vino y el turismo.
Por otro lado, estos días he seguido con mucho interés el amplísimo programa de actividades que está convocando Fenavín para la edición 2015. Realmente supone un esfuerzo encomiable por la cantidad y calidad de los participantes. Creo además que todos los que de alguna forma trabajamos en el mundo del enoturismo agradecemos que un certamen estrictamente enológico, dé entrada a propuestas en torno a la cultura del vino -muchísimas y muy importantes-- y mucho más tímidamente al enoturismo. No es lo habitual. Siempre parece que el mundo del vino camina por autopistas y buenas carreteras y el enoturismo por tierras ignotas y caminos aún de muleros.
Hasta aquí las cosas buenas. Me permito ahora un comentario que espero sea entendido como constructivo, pues este es mi único interés.
Cuando participé como miembro del jurado en los premios de enoturismo de Catalunya sé que fui invitada como profesional del mundo del turismo, pero yo era la única representante de este sector. Si hablamos de premios de eno-turismo, hubiera esperado al menos una paridad en la representación o un porcentaje de representación realizado con cierta ponderación, pero no fue así.
Paso al programa de Fenavín. ¿Dónde está la gente del mundo del turismo, cuando se trata de hablar de enoturismo? ¿Es que el enoturismo no pertenece a las disciplinas del turismo?
Pediría muy expresamente que no se entienda que minusvaloro la importancia de las personas que van a intervenir hablando de enoturismo en el foro de Fenavín. En absoluto. Sólo indico que echo en falta una pequeña representación de profesionales del turismo, desde luego profesionales ligados al turismo del vino, el turismo cultural etc.
Recuerdo a este respecto las palabras con las que PaulWagner abre siempre sus conferencias: "El enoturismo no existe, sólo existe el turismo"
No seré tan extremista en mis peticiones pero a la hora de trabajar en enoturismo, de alguna forma hay que dar pie a los profesionales del turismo. Sólo de esta forma vamos a lograr que el enoturismo sea una alternativa real de crecimiento económico, de sostenibilidad, de pervivencia del patrimonio etc. en las bodegas y los territorios de vino.
Ya sé que me repito y vuelvo insistentemente sobre este tema. Quizás sea mi cruzada personal, pero la creo necesaria. ¡Saludos!
 
(c) Alicia Estrada, 2015.

abril 26, 2015

¿Cansados de hablar de enoturismo?


¿Cansados de hablar de enoturismo?

…Y cansados de ver pocos resultados. La administración, las bodegas, los restaurantes, las enotecas… todos hemos hecho importantes esfuerzos para implicarnos en la formación, en la creación de producto, en el posicionamiento de nuestras empresas, en la promoción del territorio etc. pero no acabamos de dar un salto importante a la venta, a la comercialización. En muchas ocasiones las empresas se conforman con intentar rentabilizar los recursos invertidos en enoturismo, en imagen de marca, en captación de potenciales clientes, en labores de relaciones públicas etc. Las administraciones se sienten únicamente vinculadas a la promoción y sobre ellas pesa además la dificultad –por cuestiones de presupuesto– de abordar la promoción en mercados no domésticos.

¡Hay que vender enoturismo! Y me lanzo al ruedo esbozando un par de reflexiones para el diálogo compartido. La administración tiene que vincularse a la venta del enoturismo, lo que no quiere decir que ella deba intervenir en las transacciones. En absoluto. Este dominio corresponde únicamente a las empresas. El papel de la administración puede estar vinculado a procurar los soportes digitales o la plataforma que favorezca el comercio electrónico de los actores del enoturismo en el territorio. Ya conocemos unas cuantas experiencias en este sentido.

¿Y qué hacer desde las empresas enoturísticas? Creo que si a una bodega le preguntáramos por el elemento clave en la venta de vinos, muchas nos hablarían de la gran dependencia de la distribución y de las decisiones vinculadas a ésta: cómo elegir el distribuidor adecuado para nuestro producto; en qué mercados vender; ¿tomamos la decisión de exportar?; ¿elaboramos marcas distintas para distintos canales? ¿En qué línea de precios nos vamos a situar?…

Si la distribución en el mundo del vino resulta crucial pero compleja, me parece que en el mundo del turismo, aún lo es más. ¿Cuál es la gran ventaja de la distribución turística? De entrada es mucho más barata que la distribución del vino; me permite poner mi producto a la venta en cualquier parte del mundo sin mover stocks etc. Pero exige un conocimiento técnico que la empresa enoturística debe compartir también. Un elemento muy importante para tener en cuenta. La distribución turística no sólo está pensada para bodegas, casas rurales, restaurantes etc. que busquen la venta a través de intermediarios tipo agencias de viajes u organizadores de eventos. Internet está poblado de lo que yo llamo “Intermediarios tecnológicos”, de nuevo plataformas que permiten a las empresas de un territorio ponerse en contacto directamente con sus clientes, ¡vender!

Hay muchas vías para comercializar nuestros productos de enoturismo y existen también compradores, muy cerca de nosotros, a los que no conocemos y que pertenecen al sector turístico. ¡Hay que avivar el diálogo entre ambos mundos, el turismo y el vino! Seguro que conversando podemos ganar todos.

(C)Alicia Estrada. 2015
 
(c) Alicia Estrada