marzo 25, 2009

Vitijob, un portal de empleo monográfico para profesionales del vino y el enoturismo

Por si es de vuestro interés os dejo referencia de una página web de la que acabo de recibir información por vez primera en España y que recoge de forma monográfica ofertas de empleo vinculadas al mundo del vino y el ¡¡¡¡enoturismo!!! Se trata de http://vitijob.com/ Vitijob es un portal de empleo de origen francés, de hecho veréis mucha información aún sin traducir. Está englobada dentro del portal de Vitisphere, el portal de comunicación on line número 1 en Francia, en información del sector vitivinícola.

Ver en una página de ofertas de empleo ¡¡¡19 ofertas vinculadas con enoturismo!!! Me ha producido una especie de hemorragia de optimismo y también cierta envidia pues por el momento, todas las ofertas presentadas en esta página eran para Francia. Demandas del tipo “Animador de degustaciones en francés e inglés”; “Encargado de recepción de clientes en Bodega y zona degustaciones” “Encargado de supervisión de eventos en Bodega”... son algunos de los ejemplos que he leído. ¡¡Qué sana envidia!!

Ojalá pronto el enoturismo adquiera un estatus profesional en nuestro país. Aunque el primer paso me parece que debiera ser el de dar carta de entidad a una formación específica, y de esto aún tenemos muy poco camino hollado. Este tema sí que da juego para hablar largo y tendido. Espero que algún día de éstos le hinquemos el diente y podamos ponerlo en común. Reconozco que es uno de mis temas favoritos, quizás por que desde hace mucho tiempo tengo la suerte de participar en la formación de estudiantes de turismo en el área de comercialización. Espero que algún día y que sea muy pronto, podamos llevar a las aulas con total normalidad, el enoturismo, el marketing enoturístico, la comercialización turística de bodegas...

(c) Alicia Estrada (2009)

marzo 24, 2009

Países de vino ¿sin vino?

¿Cuáles son tus enovacaciones perfectas? Yo reconozco mi apuesta por Alsacia. Y no es por que me encantan sus vinos (mi reino por unas vendimias tardías o por esos “petroleantes” riesling). Sí, me considero devota amante de los caldos alsacianos pero me gusta especialmente de esta zona que vayas donde vayas, las calles, los paisajes, los escaparates de las tiendas, los hoteles, las gendarmerías... todo te recuerda que estás en un pueblo que vive del vino y para el vino.

Hace bien poco pasé un fin de semana en La Rioja y me alojé en un hotel de nueva fábrica, en las afueras del pueblo. Nada en el hotel tenía aromas de vino. El Restaurante donde desayuné por supuesto que no ofrecía ninguna exquisitez como mermelada de uvas o un buen mosto mañanero, recuerdos de algunos “petit dejeuner” en Alsacia.

Haciendo memoria de Alsacia recuerdo incluso una visita a una farmacia, en algún pueblo de esos perdidos de la ruta de los vinos, en que el escaparte rendía culto a la cosmética de Caudalie http://www.caudalie.com/ una marca francesa que ha alcanzado fama mundial y que elabora productos de belleza aprovechando la capacidad antioxidante de los polifenoles de la vid y de la uva. ¿Os imagináis lo bien que puede quedar un señor regalando a su esposa, tras una escapada enoturística con los amigos, una maravillosa crema hidratante llamada “Premières vendages” o la mascarilla purificante “Vinopure” en aséptico tubo bien adornada con sus azuladas uvas?

Recuerdo tiendas que vendían corbatas y pañuelos con el escaparate lleno de fotos antiguas de viejas vendimias, recuerdo panaderías donde el trigo se daba la mano con retorcidos sarmientos improvisando bouquets llenos de sencillez que hacen omnipresente la estética y la ética del vino. Sí, ética de pueblos enteros y generaciones enteras que han vivido y lo siguen haciendo, gracias a este maravilloso producto. De enotecas, bares y restaurantes ya no hablo. Se saben muy bien la lección.

¿Podríamos mejorar nosotros en este apartado? Pues a mi me parece que sí. Hemos avanzado mucho pero aún nos queda un largo camino. Un sendero que pasa por un esfuerzo de dinamización local. Hay que trabajar en animar, en coordinar, en reactivar, en impulsar esfuerzos y sinergias de las comunidades locales para que el enoturismo no sea únicamente una divisa que las administraciones turísticas colocan sobre una ruta. Un territorio enoturístico no sólo debe serlo, debe también parecerlo.

¿A quién corresponde realizar estas labores de dinamización local? Yo diría que es un trabajo conjunto en el que deben participar diferentes entes como ayuntamientos, consejos comarcales, DO, oficinas de turismo, asociaciones de comerciantes y hostelería... pero seguramente el gen inicial deberá ponerlo el ente gestor de la ruta enoturística, al menos cuando exista. ¡Es mi opinión!
(c) Alicia Estrada (2009)

marzo 18, 2009

Publicada la memoria del vino español 2008

Ya sé que este blog es de enoturismo pero como supongo que casi todos los que andamos por estos lares tenemos intereses en el sector vitivinícola, me permito recomendaros la lectura aunque sea en diagonal de dos interesantes estudios que hoy ha presentado la Federación española del vino, en el transcurso de su Asamblea general.

Por una parte “La memoria de actividades 2008” que presenta resumidamente un balance de la actividad del sector, tanto desde el punto de vista económico como legislativo. Podéis consultar y descargaros el documento completo en http://www.fev.es/FEVMemoria2008.pdf

Por otro lado, se ha presentado a la Asamblea, la Memoria “El vino español en el 2008” realizada por el Observatorio Español del Mercado del vino. Muy interesante el documento. En primera página y a modo de resumen las buenas y malas noticias del sector en el año ya pasado.

Las buenas noticias primero: el sector aguantó en el 2008 relativamente bien la crisis, con cifras globales aún positivas en algunos segmentos. También en el Haber, la aplicación de la nueva OCM, que aunque con efectos serios no ha provocado la desaparición de producciones tan importantes en nuestro país como la del mosto o el alcohol de uso de boca.

Las malas noticias: bajadas de ventas nacionales sobre todo en restauración; bajadas en exportación (Graneles, espumosos y DO); mayor número de solicitudes de arranque y mala situación de muchas bodegas. También se apunta a que a medio plazo hay que decir adiós a las subvenciones, aunque en el corto, siguen estando presentes. Podéis consultar y descargaros el documento íntegro en http://www.fev.es/02_vino_esp2008.pdf

Después de leer parte de esta información, espero que alguno más se apunte al carro del enoturismo, porque lo que es vino, vino... va a resultar un poco difícil.

(c) Alicia Estrada

marzo 17, 2009

Administraciones enoturísticas ¿Hay sitio para la intermediación turística?

El Informe Dubrule es en mi modesta opinión uno de los documentos clave en el desarrollo del enoturismo en Francia y con una clara influencia sobre la forma de entender esta actividad turística, válida para toda la vieja Europa. En el año 2006 el Ministro de agricultura y pesca del país vecino, encomendó a un equipo multidisciplinar comandado por Paul Dubrule, dar respuesta de la forma más sencilla posible a la siguiente pregunta. “¿Qué puede aportar el turismo al sector de la viticultura y a la inversa?”

Dubrule es una conocida figura francesa del mundo del turismo, cofundador del grupo ACCOR, sociedad fundamentalmente hotelera y vinculada también a la comercialización turística. Con su equipo realizó un gran trabajo sobre el enoturismo que se resumió en una serie de puntos o proposiciones. Recomendó por ejemplo la creación de un Organismo gestor que centralizara el desarrollo del enoturismo en Francia. Precisamente este CONSEJO SUPERIOR DEL ENOTURISMO acaba de formalizarse y tendrá su primera sesión el día 1 de abril de este año.

Si comparto con vosotros esto no es simplemente por apoyar una iniciativa francesa referente al vino (Tal y como está el sector en Francia mejor no se nos pegue mucho), si no por que me ha parecido especialmente importante que en este Consejo Superior se hayan incorporado figuras del sector vitivinícola pero también, varios representantes del mundo del turismo, entre ellos un representante, especialista en enoturismo, de la SNAV, la Sociedad Nacional Francesa de Agencias de Viaje. (Es decir sector distribución o intermediación)

Me gustaría que en nuestro país siguiéramos pautas de actuación similares. Incorporar el sector de la distribución turística en los proyectos enoturísticos, es una forma de normalizar y homologar turísticamente el mundo del vino. Y lo que es más importante, es una forma de asegurarnos (siempre que trabajemos en colaboración) que nuestros productos enoturísticos serán comercializados y estarán presentes en las páginas web de agencias on line, en los folletos de agencias presenciales o en los portfolios de producto de organizadores de incentivos, congresos y convenciones.

Y sigo apuntando cosas en esta dirección. Recientemente se sacaron a la luz las conclusiones del “Debat de vi” (Debate en torno al vino) promovido desde el INCAVI en Catalunya (Institut cátala de la vinya i el vi). Me parece una excelente iniciativa cuyas conclusiones podemos revisar en otro momento. Entre las conclusiones de este proyecto se recoge la propuesta de crear un Consejo Catalán del Turismo y el Vino. ¡Me encanta la idea! Y me parece muy acertada. Mi única duda es “¿A quién se va a invitar a participar en este consejo? ¿Vamos a estar representadas las agencias de viaje o el sector distribución? ¿Vamos a tener la oportunidad de colaborar y aportar nuestras necesidades y nuestros puntos de vista?” Ojalá sea así. Creo que los profesionales de la intermediación tenemos mucho que sumar al sector vitivinícola y por supuesto, si hacemos las cosas bien, estoy segura que también recogeremos los frutos. Ojalá todos juntos podamos contribuir a dotar de mayor visibilidad y futuro a este sector.

(c) Alicia Estrada.

marzo 16, 2009

Vino, turismo y castillos

A veces parece que en el mundo del enoturismo está casi todo inventado. Yo que para estas cosas suelo ser muy optimista, prefiero pensar que casi todo está por descubrir. A la hora de diseñar, se trata de ser original, creativo y en muchos casos, minimizar el peso del producto, combinando la base (vino) con elementos patrimoniales, culturales, artísticos, de naturaleza, paisaje, responsabilidad social, formas de vida etc. Dotar al producto enoturístico de estos valores, además de enriquecerlo y diversificarlo, sirve para separarlo de esa demonización que sólo ve el mundo del vino, en su vinculación con el consumo de alcohol.

Leía hoy a este respecto la noticia de que del 10 al 12 de marzo se habían celebrado en la Rioja, las III Jornadas de divulgación cultural sobre aspectos vitivinícolas riojanos, organizadas por la Universidad de La Rioja y bajo el epígrafe “Vino y castillos en La Rioja: las posibilidades de un maridaje perfecto”.

Parece ser que la iniciativa está auspiciada desde la Asociación de amigos de los castillos de la Rioja y tiene como uno de sus objetivos crear una base documental que en el futuro pueda servir para acrecentar el producto enoturístico en esta comunidad. En toda la comunidad de la Rioja existen decenas de castillos que ligan la historia de estas fortalezas medievales con la historia del vino y su elaboración. Se trata de descubrir este riquísimo patrimonio, ponerlo en valor, diseñar los distintos productos turísticos y sobre todo ¡ser capaces de venderlos! El valor patrimonial es lo primero ¡de acuerdo! pero sinceramente, yo prefiero que el dinero de las administraciones (de las empresas no digo nada pues se supone su interés comercial) se utilice no sólo para mantener vivo el patrimonio, también para generar riqueza para la comunidad local que a buen seguro es la forma más activa de que el patrimonio perviva.

Para más información http://www.unirioja.es/apnoticias/servlet/Noticias?codnot=1421&accion=detnot

marzo 09, 2009

¿Y cuánto cobro por una visita a mi bodega?

Comentábamos hace días sobre el tema de poner un precio o no a la visita a la bodega. Ya os apunté mi opinión sobre las ventajas de estipular un precio de entrada, pues profesionaliza una actividad y marca el compromiso de la bodega con el enoturismo. ¿Y cuánto cobramos por la visita a la bodega? Esto si que ese el “quiz” de la cuestión.

Hay que tener un criterio racional en función de tamaño de los grupos o visitas individualizadas, cualificación del personal dedicado a hacer la visita, tiempo que dura ésta, precios del mercado (territorio), precios de la competencia, infraestructura de uso etc.

Personalmente creo que lo más importante a la hora de estipular una política de precios para el enoturismo es que ésta camine en la misma dirección que la estrategia global de la bodega. Creo que esto lo he dicho muchas veces. No os sonará nuevo pero no me canso de repetirlo.

Una bodega con vinos de élite, debe desarrollar visitas enoturísticas impregnadas con este mismo espíritu y posiblemente esto habrá que dibujarlo también en el precio de la visita y evidentemente en el contenido de ésta, su exclusividad, la cata o degustación que rematará la visita etc. Seguramente estas visitas deberán contar a menudo con la presencia del enólogo, del director de comunicación y sólo en contadísimas ocasiones, del propietario. ¡Máxima exclusividad! ¿Qué es lo que se persigue? Posiblemente imagen y prolongar el carácter elitista de los vinos.

Las pocas veces que he tenido ocasión de visitar bodegas "top" he visto referente al precio, dos tipos de actuaciones. Algunas bodegas no cobran nada, y supongo que ésta es una forma de decirte “El enoturismo no es nuestra profesión, nosotros hacemos vino”. En el extremos contrario, algunos chateaux franceses tienen unos precios tan alarmantes por la visita que claramente dejan fuera a curiosos y turistas culturales. Evidentemente, al perfil alto de precio suman máxima exclusividad y en muchos casos las visitas resultan muy complicadas de cerrar.

Una bodega artesana, por el contrario, deberá cifrar en su propietario o en algún miembro de la familia, el carácter diferencial de la visita, aportando todo ese carácter de proximidad entrañable que esperas de este tipo de bodegas. Muchas pequeñas bodegas estipulan un precio para la visita que deducen al consumidor si éste alcanza un mínimo de compra. Y es que en estos casos lo que se persigue normalmente es aumentar el margen de venta directa, de ahí que intentan no penalizar a quienes colaboran en la consecución de objetivos.

En todo caso, la política de precios de las actividades dentro de una bodega, no es una cuestión vana y ha de determinarse con cierto criterio. Se complica aún mucho más cuando la distribución de las actividades puede pasar por intermediarios como agencias de viaje, organizadores de eventos etc. Pero ésta es otra historia...


(c) Alicia Estrada.

marzo 04, 2009

Cobrar o no cobrar por la visita a la bodega

Sin duda es una pregunta clave y que permite variadas respuestas. Me parece que en un estado inicial del Enoturismo, dentro de una empresa, lo habitual es que las bodegas, cooperativas... no cobren por la visita a los enoturistas. Quizás se busca justamente aumentar la venta directa y siguen viendo a los visitantes, como simples compradores. Más raro es el caso de bodegas que no cobran por la visita pero si el enoturista quiere realizar una degustación de vinos, a ésta le ponen un precio.

En mi opinión lo mejor es cobrar por la visita siempre. Fijar un precio profesionaliza una actividad y hace que la bodega asuma unas responsabilidades y una vinculación con la actividad turística, por muy simple que sea ésta. En la medida en que yo cobro por la visita a mi bodega estoy diciendo a mis visitantes que el Enoturismo es mi trabajo y me lo tomo muy en serio y en justa compensación de esta dedicación, han de retribuirme. Creo que también resulta más cómodo para el viajero que de esta forma se siente libre para visitar bodegas sin necesidad de adquirir botellas que en ocasiones no podrá comprar, no por falta de interés, si no por los impedimentos del transporte.

Evidentemente cobrar a los viajeros debe ir parejo a unos compromisos por parte del bodeguero tanto por lo que se refiere a infraestructuras como servicio, personal dedicado, actividades propuestas, tiempo invertido etc.

“Esto está muy bien pero y ¿cuánto cobro por la visita a mi bodega?” He oído esta pregunta bastantes veces y siempre he dicho que yo al menos, no puedo responder sin más. Las políticas de precios exigen un estudio previo y conocer muy bien a la competencia y sus productos. Tienen que ver con el destino, con la marca y posicionamiento de los vinos de la bodega y con otros muchos factores. Lo que sí creo que puedo recomendar siempre es que las bodegas dispongan de una pequeña gama de productos con distintos precios, componentes, objetivos... adecuada a las distintas tipologías de clientes. No se trata de tener mil posibilidades pero sí una gama con posibilidades de crecer y contentar a distintos viajeros y a los distintos bolsillos.
Os pondré un caso muy sencillo. ¿Cuántas visitas terminan con una degustación del vino más simple de la bodega? Muchas, casi todas. ¿No creéis que a la hora de comprar un ticket para visitar una bodega se puede ofrecer la “opción básica” de visita + 1 vino o la “opción premium” de visita + 2 ó 3 vinos de tipo superior (lo del nombre es anecdótico, por supuesto). ¿Merece la pena darles las notas de cata a los viajeros de opción básica?. Pues seguramente preferirán unas patatas fritas con el vino que nuestro rollo enológico. ¿Y quien paga por conocer nuestros mejores vinos estará dispuesto a escuchar las notas del producto que está bebiendo? Pues seguramente sí. Si mientras servimos podemos aportar esta información será fenomenal y si no es posible hacerlo, siempre podríamos disponer de una sencilla guía que introdujera a los enoturistas en el conocimiento de nuestros mejores vinos, y la guía podríamos dársela incluso al comprar la entrada. No hace falta mucho más que una fotocopia digna. Bueno, si alguno se anima a enviar las notas al ipod o a la PDA del viajero en lugar de darle una fotocopia o folleto.... ¡a mi al menos me encantaría la idea!

(c) Alicia Estrada
(c) Alicia Estrada