enero 23, 2009

- ¿A qué precio vendo mi vino a los enoturistas?

Hablamos del vino que los enoturistas compran en sus visitas directamente en la bodega. ¿Qué precio les ponemos a estos vinos? Las estrategias de precio deben ser valoradas muy detenidamente. Unos precios muy inferiores al PVP seguramente causarán malestar entre otros de nuestros clientes: restauradores, tiendas de vinos, tiendas gourmet... especialmente cuando se trata de comercio de proximidad respecto a nuestra bodega. Estas políticas tampoco serán del agrado de los distribuidores.

¿Cómo solucionar el problema? He visto diferentes actuaciones. Quizás lo más habitual, entre lo que yo conozco, es vender en la bodega con un precio entre el 10 y el 15% más económico que en otros canales de distribución.

Una buena solución que resulta satisfactoria para todas las partes es vender en la bodega al mismo precio que en otros canales pero aportando al producto algún valor añadido sin aumentar costes al enoturista. En general se trata de estuches especiales, bolsas que facilitan el transporte, cajas de madera, packaking de regalo o incluso algún pequeño objeto que se añade al lote, manteniendo precio. Digamos un termómetro, dos copas, cápsulas para mantener el cava una vez abierto etc. Evidentemente si la compra del enoturista supone una cantidad importante, ofreceremos un descuento.

Me ha venido a la cabeza el tema del precio por que recientemente estuve en una bodega de las que ofrecen al enoturista venta directa de sus vinos con un descuento del 10% respecto al PVP. Cuando concluyó la cata con la que suelen terminar las visitas a las bodegas y las pertinentes compras de vino, el propietario nos dio a cada uno de los participantes, un papel sencillo pero claro y ordenado que contenía el nombre de todas las tiendas, bares y restaurantes de la zona próxima, en los que podíamos comprar y degustar sus vinos. En cada caso se apuntaba unas líneas de literatura, sobre las bondades del comercio: “especialista en productos regionales” o “cocina de base tradicional con toques de autor y carta de vinos con 40 referencias etc”. La compra ya estaba hecha en la bodega pero la prescripción servía para transferir la clientela a otros clientes del bodeguero.

Sí, me gustó esta forma de defender lo propio, favorecer a restauradores y minoristas clientes y vender territorio. Un gesto sencillo pero eficiente. Evidentemente yo compré el vino en la bodega pero os aseguro que fui a probar los productos del “terroir” a alguna de las tiendas recomendadas y por supuesto, para la comida también opté por una de las propuestas del dichoso papelito.

(c) Alicia Estrada.

enero 16, 2009

- Conferencias enoturismo y Workshop "Wine Pleasures"

Desde el día 23 al 28 de enero se celebra en Sitges un ciclo de conferencias y workshop sobre enoturismo gestionado por Wine Pleasures. El programa es muy amplio e incluye cerca de 40 presentaciones, realizadas de forma simultánea en tres salas; encuentros entre bodegueros y profesionales del turismo; visitas, networking etc. Os dejo el enlace por si queréis bajaros el Programa. Primero está en inglés pero encontraréis también mucha información en castellano.

Agradezco mucho que me hayan invitado a este evento. Participaré con el tema de la relación entre los productos enoturísticos y el sector de eventos profesionales en España e intentaré responder a algunas preguntas, entre otras, qué lugar puede llegar a ocupar el enoturismo en este subsector y especialmente cómo puede una empresa vitivinícola hacerse hueco en el mundo CCI (Congresos, convenciones e incentivos).

Si alguno va a estar presente en Sitges, sería un placer poderle saludar personalmente y ponerle cara a personas a las que ya considero mis amigos.

enero 14, 2009

- Sendero enológico de Mutigny

Mutigny es un pueblo de 222 habitantes situado entre viñas y bosques en la zona de Champagne, en Francia. Su vida económica está centrada en la viticultura y poco más. Una comunidad con recursos económicos muy limitados que ha sabido desarrollar un producto enoturístico sencillo y que me gustaría presentaros. Se trata de un sendero enologico algo que en España está realmente poco desarrollado.

El sendero enológico de Mutigny es un paseo circular alrededor de la población que permite en 11 hitos o estaciones un acercamiento de los senderistas al viñedo de la zona, las formas de cultivo, los trabajos de la viña según la época, sus enfermedades y las formas de atacarlas o prevenirlas, el champagne como producto diferencial del territorio, el respeto al paisaje y a la tierra etc.

Cada hito contiene un panel informativo tanto en inglés como en francés que complementa el paisaje. Por supuesto han desarrollado una imagen global y una señalética que está presente en todo el sendero, incluso un personaje que actúa como mascota, que representa la figura de un viticultor de la zona y aporta también un valor diferencial y de continuidad a toda la ruta.

El sendero parte y termina en la antigua escuela municipal transformada en un pequeño museo del vino, gracias a las aportaciones locales y donde también se ha instalado una tienda de productos de la zona. Se ha previsto en las cercanías un parking para facilitar el acceso de los senderistas al pueblo, con coche o bus.

El producto es sencillo y puede complementarse de diferentes maneras. Desde visitas guiadas por el sendero a menús fríos con su correspondiente botella de champagne y otras actividades como sendero + visita a una bodega de la zona + degustación etc. Todos los senderistas pueden completar la visita a Mutigny con un paseo guiado por el pueblo. La guía en esta ocasión es otra mascota, Léonie, la esposa del viticultor. Evidentemente hablamos de carteles.

¿Sencillo? Yo diría que bastante. Los senderos son recursos relativamente baratos de implementar. Precisan eso sí, una buena señalética y la elección de unos paisajes que permitan un buen acercamiento al territorio. He hecho senderos enológicos en Francia y Alemania sin más guía que los paneles, otras veces con un guía normalmente de la oficina de turismo del pueblo e incluso con audioguía que era ofrecida por la oficina de turismo con un pequeño depósito que era devuelto al finalizar la caminata. ¿Cuántos senderos tenemos en nuestras DO? Algunos sí, pero seguramente es uno de los caminos donde tenemos más carretera por hacer.

¿Por qué este producto no se asienta en nuestro país? Realmente es algo que me gustaría saber.

(c) Alicia Estrada

enero 08, 2009

- ¿Primero las maletas o los deberes?

Ya, de regreso a estas páginas y deseando a todos un feliz año 2009. Vuelvo al despacho y me encuentro un correo de un buen amigo que me pide colaboración para llevarse a un grupo de bodegueros a conocer enoturismo en Francia. Me habla del esfuerzo económico y de tiempo que supone esta acción para todos, por lo que necesitan asegurarse la inversión. “¿Cuántos días?, ¿Qué queréis ver?, ¿Qué queréis conocer?...” Es mi chorreo de preguntas. Su respuesta básicamente una “Queremos ver qué están haciendo los franceses sobres todo para temas del sector eventos”.

Viene entonces mi segunda pregunta “¿Qué experiencia tienen tus bodegueros en el sector turismo de reunión”. “Poca, es la respuesta. Por eso quieren aprender”.

Aprender siempre me parece loable y ver qué hacen los demás para mejorarlo, aún más meritorio, pero hay que dosificar bien los recursos y en mi opinión el camino no se empieza por aquí.

No me cansaré de aconsejar al sector vitivinícola que cuando de introducirse en el mundo del turismo se trate, hablen en primer lugar con los profesionales del turismo. Pregunten a los hoteleros de la zona cómo consiguen sus clientes, pregunten a los restauradores cómo atraen a su público. Reúnanse con la administración turística y soliciten información y asesoramiento. Pidan a su DO que organizan jornadas formativas con profesionales turísticos, pidan a su consejo comarcal que dinamice algún encuentro sectorial con técnicos en comercialización turística, contraten un experto en turismo que les muestre los caminos de la intermediación, hablen con organizadores de eventos para ver qué necesitan para poder ser sus clientes.... y cuando hayan hecho todo esto, preparen la maleta y viajen a Francia, a Estados Unidos, a Italia...

Cuando comenzasteis en esto del vino ¿Os hubiera servido de mucha ayuda visitar bodegas sin tener conocimientos técnicos o empresariales? Creo que primero hay que formarse y luego informarse. Hacerlo al revés no suele ser el camino más recomendable.

Es mi opinión y por supuesto esto es mucho más barato que tomar como punto de partida, los viajes de prospección al extranjero. Vendrán.


(c) Alicia Estrada
(c) Alicia Estrada