diciembre 20, 2009

Identidad distribuida, el caso de las Rutas del Vino

Contemplar Internet como un espacio de relación entre los usuarios o entre el mercado y las empresas parece poco cuestionable actualmente. Sin duda, Internet se ha convertido en una plataforma bidireccional, una conversación continua.

Lo más destacable de esta situación es que aunque nosotros, nuestras empresas, nuestros territorios… seamos cautos con el lanzamiento de mensajes al mercado, el mercado está lleno de mensajes referidos precisamente a nosotros, a nuestras bodegas, nuestras Rutas, nuestros productos etc.

¿Quién lanza estos mensajes? Pues cualquiera que quiera hacerlo. El tema de las Rutas del vino es para mi uno de los casos dentro del enoturismo, más destacable. La presencia de los entes gestores de las Rutas, en los formatos bidireccionales de la red, es mínima. Algunas rutas tienen una presencia circunstancial dentro de Facebook por ejemplo, otras como La Rioja han creado sus propios espacios de conversación (aunque tendrán que controlar otros muchos) pero en general estamos dejando que nuestros productos, nuestros territorios, nuestra forma de entender la cultura del vino… estén representado en la red por las visiones de nuestros propios clientes, de nuestros socios en los entes gestores, de los intermediarios turísticos casi siempre y a veces incluso por nuestros competidores.

Creo que aquí los representantes de las Rutas de Vino tienen una gran labor por hacer. Por un lado de control, es lo que ha venido en llamarse “Gestión de la reputación on line”. Tenemos que saber qué se dice de nosotros en la red y tenemos que aprovechar lo positivo y atenuar lo negativo, a la vez que aprendemos de lo malo e implementamos medidas de corrección.

Por otro lado tenemos que cohesionar a todos los agentes implicados (nuestros socios, los intermediarios turísticos, la administración) para emitir en la red mensajes de coherencia que apunten en la misma dirección. Si todos emitimos mensajes en la misma onda, aumentaremos las posibilidades de éxito de nuestra comunicación. Emitir mensajes dispersos, sólo crea confusión entre los usuarios.

Por último tenemos que estar en los medios en los que nuestros clientes reales y potenciales, hablan, preguntan, comentan, se comunican, critican, censuran, apuntan datos de interés para otros viajeros, intercambian fotos, videos etc. Es decir tenemos que participar en las conversaciones y tenemos que entender, que nos guste o nos disguste, hoy en día, la identidad de nuestras empresas y nuestros territorios pasa por la identidad distribuida, en muchas manos y en muchas bocas. ¿Todas, menos la nuestra?

(c) Alicia Estrada, 2009

diciembre 09, 2009

Travelzoo, enoturismo y más

"Internet va a acabar con la intermediación turística”. Esta frasecita la vengo oyendo años y lejos de cumplirse, creo que cada día tenemos más intermediación en turismo. Es verdad que en muchos casos se trata exclusivamente de intermediación tecnológica pero el nivel de estratos que separan al consumidor del proveedor, es cada día mayor, aunque en muchas ocasiones, este tipo de intermediación pasa del todo desapercibido para los usuarios.

Travelzoo es una de esas páginas que denominaría de intermediación tecnológica, subsección “buscachollos”. Su filosofía es muy simple pero muy efectiva. Puntualmente cada miércoles recibo en mi buzón un correo con 20 enlaces que me llevan a otras tantas ofertas “rompedoras”. La página de Travelzoo ofrece una información básica de la oferta y si el usuario desea formalizar la reserva u obtener información adicional, Travelzoo con un click le lleva a la página del proveedor del servicio, el cual, supongo, debe pagar a Travelzoo por el tráfico generado hacia su página y posiblemente por las reservas cerradas. Esto es cosecha mía y entiendo que así será el funcionamiento de su negocio.

¿Por qué os cuento todo esto? Porque cada día más empiezo a ver ofertas de enoturismo incluidas en este tipo de páginas. Sin duda se trata de una buena forma de buscar clientes para un negocio enoturístico, sea hoteles, restaurantes, bodegas o productos combinados. Evidentemente el correo de Travelzoo contenía hoy un enlace a una oferta de gastronomía y enología que finalmente me ha llevado al web de Masnatura, la agencia on line del grupo planeta y Mucho viaje. No he tenido mucho tiempo para navegar por sus páginas pero he descubierto opciones de enoturismo en diferentes territorios y muy especialmente en Somontano. También era abundante la oferta en Andalucía.

Otra página de las ya asiduas en la comercialización on line de paquetes de actividades en bodegas, restaurantes etc. es Atrápalo. Supongo que estas páginas ya las conocéis. Me contaba hace poco el responsable de enoturismo de una bodega del Penedès sobre el buen funcionamiento de este motor y la importante cantidad de clientes que llegaban a su bodega, usando esta fuente. Le pregunté por la rentabilidad. “Es rentable” fue su respuesta.

Sigo pensando que en enoturismo, los paquetes básicos y los productos sencillos hay que comercializarlos directamente, sin intermediarios o utilizando intermediación tecnológica. Pero sigo defendiendo que para otros productos que implican gran valor añadido, complejidad, personalización, coordinación de proveedores distintos… hay que contar con los profesionales de la comercialización turística: agentes de viajes y organizadores de eventos.

Al final, decisiones estratégicas sobre canales, políticas de precios y remuneraciones a intermediarios y cartera de producto. Cosas muy importantes que no pueden decidirse a la ligera.

(c) Alicia Estrada, 2009.

diciembre 03, 2009

Enoturismo, venta directa y agencias de viaje

Esta tarde hablaba con una persona vinculada a una Ruta de una D.O. Me comentaba acerca de los productos de algunos de sus socios y me preguntaba mi opinión para la comercialización a través de canales intermediarios, agencias de viajes, operadores de eventos etc. Me comentaba igualmente si yo estaría interesada en comprar estos productos y distribuirlos a través de las agencias de nuestro grupo. Mi respuesta ha sido bastante tajante. “No”.

Los productos básicos no eran malos, ni muchísimo menos pero un operador de turismo debe ganar dinero con su trabajo y un bodeguero también. ¿Cómo nos repartimos el precio de una entrada a una bodega de 5 euros? ¿Le cargo a mi cliente un coste fijo como las aerolíneas, de 12 euros por hacerle una reserva? Seguro que no va a estar dispuesto a pagármelo, casi le triplico el precio. ¿Cuánto le voy a pedir al bodeguero por mi intermediación? -¿Un 20% en plan mayorista?- ¿Cuántas entradas tengo que venderle para que euro a euro me resulte una cantidad rentable? ¿Y cómo hacemos las reservas? -¿Mando un correo a la bodega para no incurrir en gastos, espero que me contesten, llamo de nuevo al cliente, le paso un bono por correo electrónico al cliente, genero una factura al bodeguero por la comisión etc., etc.?

Aunque he puesto un caso extremo, hay cosas que no son factibles. Hay productos que una bodega o cualquier otro tipo de proveedor enoturístico, debe vender directamente: visitas a la bodega, visitas al viñedo, paquetes sencillos etc. y para ello debería contar con los medios técnicos adecuados, para automatizar al máximo los procesos de reserva con el cliente final. No veo factible pagar a un empleado en una bodega para atender telefónicamente a clientes que nos dejarán 10 euros y encima no comprarán vino en la bodega.

Para la intermediación debemos reservar ciertos productos. A la hora de seleccionar cuáles deben ser estos productos, creo que la respuesta hay que buscarla en la tipología de clientes y en mercados. ¿Tengo producto para una tipología de clientes que no llega a mi empresa y la que tampoco yo puedo acceder comercialmente? Si la respuesta es sí, lo mejor sería coordinarse con quien sí tiene esos clientes y trabajar de forma conjunta.

Por poner un ejemplo. ¿Puedo montar pequeñas reuniones para empresas en mi bodega? ¿Puedo llegar a las empresas y venderles mi producto? Quizás pueda llegar a las empresas locales por lo tanto no buscaré la intermediación de los agentes emisores de mi zona y quizás mis aliados deba buscarlos en mercados más alejados, generadores de eventos y reuniones.

En resumen. Canales de venta para cartera de productos, segmentados según mi accesibilidad a los mercados de compra. Mercados que puedo dominar y a los que tengo acceso, venta directa si conozco el producto, si no conozco el producto aunque tenga acceso al mercado, habrá que evaluar si es factible la intermediación, ellos son los especialistas. Mercados que no puedo dominar, o bien los abandono, o bien me busco aliados, sean agentes de viaje, expertos en incentivos, grupos etc.

Pero por supuesto, todo es discutible.


(c) Alicia Estrada.

noviembre 29, 2009

Enoturismo en Montilla-Moriles

Acabo de regresar de Montilla-Moriles , de un magnífico enoviaje, englobado dentro del marco general de la Feria Andaluza Vitivinícola y del Turismo Gastroenológico . Su objetivo era propiciar el encuentro de profesionales de la comercialización con los empresarios del territorio.

Además del consabido work-shop entre compradores y vendedores, tuvimos la oportunidad cada uno de los operadores, de contar nuestra experiencia profesional con el enoturismo y presentar nuestra empresa. Por supuesto disfrutamos de muchos momentos para acercarnos a lagares, bodegas, casas rurales, hoteles… con oferta enoturística. De las bondades de la restauración montillana, de su variadísima oferta y de sus deliciosos postres, no voy a escribir nada –tendría tanto que decir-. Simplemente os invito a conocerlos en primera persona.

Me gustó Montilla-Moriles. Me gustó mucho el empuje de las mujeres ante los proyectos de enoturismo y su compromiso con el territorio. No es que no hubiera hombres, los había, pero me topé con un grupo de mujeres cargadas de vitalidad, de compromiso con su proyecto y esto siempre es muy destacable. Me encantó conocer a Rafaela, propietaria de una preciosa casa rural del siglo XVI, Finca Buytron , (Me bautizó como “estrellitas” por que no paré de informar sobre las altas y bajas de las estrellas Michelín). Me gustó mucho visitar la Bodega Perez Barquero de la mano de Adela Córdoba, su directora de marketing y de Teresa Portero. Me alegro mucho de haber loado sin ningún pudor su Pedro Ximénez de Finca La Estacada “una experiencia entre celestial y sublime”, sí, creo que eso les dije. Me gustó la fuerza de Charo Jiménez enseñándonos su Lagar de La Primilla y otros tantas amigos y amigas que nos mostraron sus casas y sus proyectos con mucho cariño y enorme profesionalidad.

Creo que encontrar dentro de una feria dirigida al cliente final, un apartado para el encuentro de profesionales compradores y comercializadores, es también un acierto y entiendo el esfuerzo que esto significa para la organización, esfuerzo que en gran medida le debemos a otras mujeres, las de Bacustravel. No me quiero olvidar tampoco en este apartado de Arturo Barbero, de Drakond , cuyas notas de cata, en documento escrito, con todos los vinos degustados, fueron realmente útiles y generadoras de experiencia y buen recuerdo.

Tuvimos ocasión de conocer el proyecto de la Ruta Montilla Moriles más a fondo y me pareció especialmente destacable el desarrollo de la Red Vinarea, unos espacios en torno a la cultura del vino, jalonando los distintos pueblos de la ruta y que permitirán dar coherencia al proyecto y reforzar la territorialidad de éste. Cada espacio está tematizado en torno a un elemento diferenciador: arte moderno, gastronomía, arqueología, naturaleza etc. Lo mejor es que su apertura está prevista para el 2010, así que espero los disfrutemos enseguida.

Podría señalar muchísimos aspectos que me llamaron la atención. Una buena señalización en general, bien diseñada además; productos enoturísticos muy cohesionados en torno al Pedro Ximénez como catalizador que yo creo que aún hay que reforzar más y destacar como elemento diferenciador; un enorme patrimonio cultural y patrimonial en torno a la cultura del vino: lagares, gastronomía muy diferencial, formas de hacer el vino enraizadas con el pasado como los vinos de tinaja; y cómo no el gran valor patrimonial y arqueológico de los vinos criados bajo velo de flor y sin encabezar, algo único en el mundo.

Por último, no querría terminar este rápido repaso, sin enviarles un abrazo muy grande a mis compañeros de ruta, a Carlos Serra Bruguera y a su esposa , dos expertos en oleoturismo y aceite; a Natalia Gracia y Javier de Somontano , a Gemma y a Ignacio Galañena de Entrevinos y cómo no a Pilar Mora del Incaming del Corte Inglés, unidas para siempre por la maloláctica y los polifenoles, cuyas vidas, Dios y los enólogos, guarden muchos años.

Volveremos.

(c) Alicia Estrada. 2009.

noviembre 23, 2009

Enoturismo y restauración

"Beati Hispani quibus bibere vivere est." Julio César. (Atribuido...)

Hablar de enoturismo es mucho más que hablar de bodegas. Es hablar de enotecas, de hoteles, de alojamientos rurales, de comercio de proximidad, de espacios de vino y por supuesto de restaurantes y bares.

Aunque el endurecimiento de las medidas antialcohol para temas de conducción nos ha sensibilizado a todos, rebajando el consumo de vino en el sector Horeca, sigo pensando que somos un país donde el vino y su cultura caminan próximos a cualquier evento social, familiar, de amigos etc. De ahí la fuerte impronta que una buena colaboración de estos profesionales con nuestro sector, podría suponer para el enoturismo y la sensibilización de los usuarios para conocer y profundizar en el mundo del vino, el primer escalón de la curiosidad del enoturista.

En el Vademecum del Enoturismo Europeo que conforma la base inicial sobre la que trabajan aquellos territorios que desean contar con un reconocimiento como “Ruta europea del vino” en los servicios que se exigen al territorio, se habla entre otros de 1 punto de restauración como obligatorio y 3 servicios turísticos/vitivinícolas, que pueden ser un alojamiento, restauración, comercio, enoteca, agencia de viajes receptiva, centro del interpretación del vino etc.

Es decir, en un país como España, que tenía en 2007 el mayor consumo de vino en el canal Horeca del mundo, una ruta europea del vino puede figurar como tal, sin tener ninguna enoteca asociada, ningún bar de copas y un único restaurante. ¿Por qué está el canal Horeca reñido de esta forma con el mundo del vino y su cultura?

No soy una experta en el tema pero puedo aportar mi punto de vista al respecto y sería estupendo que entre todos completáramos las razones.

Falta formación en el canal Horeca, falta personal especializado y conocedor del vino, las rotaciones son enormes y en general hay poca inversión en formación. En este sentido me ha parecida interesantísima la iniciativa que en Logroño están llevando a cabo, de formar a los propietarios de bares y restaurantes sobre las bondades del enoturismo y lo que puede aportar a su negocio. Lo he leído en al página de comunidad de Virgina Borges, siempre muy activa en sus planteamientos.

Siguiendo con las razones de la falta de sintonía entre el canal Horeca y cultura del vino, diría también que en nuestro país hay poca costumbre en restauración del vino por copas, aunque vamos mejorando evidentemente. Esta práctica fomenta el consumo “emocional y experiencial” del vino, en maridaje con la gastronomía, y nos aleja del simple consumo. La experiencia nos acerca positivamente a la cultura del vino y nos prepara para mayores descubrimientos.

Otra razón. El precio del vino en muchos restaurantes es desmesurado y se multiplica por 3 y aún más, lo que desanima a los clientes y les apega al tristemente “vino de la casa” o la DO clásica que suma costumbre y no abre nuevas experiencias. Si a esto le añadimos que algunos sumilleres de restaurantes lejos de propiciar un acercamiento al vino y su cultura, asustan a sus clientes con su pedantería superlativa, entenderemos porque para muchos usuarios el mundo del vino aparece como algo distante y al que no se atreven a acercarse, por humildad simplemente.

Creo que el canal Horeca tampoco ha entendido muy bien lo que significa la palabra “promoción” pues se hace muy poco uso de ésta en los restaurantes y bares. A menudo propietarios de restaurantes me han hablado de la dificultad para vender vinos de su propia DO a sus clientes. De acuerdo, no es fácil, pero si quieres que prueban vinos de tu territorio, empieza por invitar a tus clientes. Contar para ello con la colaboración de las propias bodegas o distribuidores, no creo que sea tan difícil y el resultado seguro que es bueno.

Y de la unión vino y gastronomía… ya hemos hablado en tantas ocasiones… ocasiones muchas veces perdidas.

(C) Alicia Estrada, 2009.

noviembre 17, 2009

Enoturismo en Portugal (2)

Tengo gustos muy simples. Me satisfago con lo mejor (Oscar Wilde)

Siguiendo con mi breve paseo enoturístico por Lisboa, en la Jornada organizada por la Universidad Lusófona, tuve la ocasión de compartir una mesa muy interesante, entre otros, con el Presidente de la Entidad Regional de Turismo del Alentejo, Dr. Ceía da Silva. De la presentación del representante del Alentejo me quedé con dos ideas que me gustaría compartir hoy con vosotros.

Por un lado la necesidad de generar masa crítica cuando hablemos de verdaderos destinos enoturísticos, algo muy diferente a ser simplemente un territorio de vino. Comentaba el Dr. Da Silva sobre la necesidad de generar una constelación de servicios y actividades en torno al vino y su cultura que sentaran las bases del desarrollo del eno-destino.

Yo añadiría y siempre que tengo ocasión de hablar con bodegueros, restauradores, hoteleros… no me canso de repetirlo: “un recurso enológico no es un producto turístico por sí mismo, hay que crearlo” y remataría con la frase del responsable de turismo del Alentejo “y un producto turístico enológico no convierte un territorio, en destino enoturístico. Hace falta una constelación de productos y servicios generados en torno a la cultura del vino” (salvo grandes excepciones)

Otro de los comentarios que reseñaría de la presentación de actividades del Alentejo en el ámbito enoturístico, fue la dinamización de espacios públicos en torno al vino. Algo así como “Si el visitante no va a la bodega, la bodega irá al encuentro del visitante”. Teniendo en cuenta que la mayor parte de los viajeros que llegan a nuestros museos, bodegas, enotecas etc son viajeros culturales para los que el recurso de vino forma parte de un itinerario cultural (es decir, no hay una verdadera motivación enológica), no está nada mal salir a la calle, a su encuentro y presentarles de una manera próxima y experiencial, la cultura del vino de nuestra tierra.

Cuando escuchaba el tema de sacar la cultura del vino a la calle, me acordaba de Alsacia, una zona que os he comentado más veces, me parece que aparte de sus maravillosos vinos, tiene la gran fortalece de que respira, vive, pinta, siente… el vino en cualquier tienda, en cualquier negocio, en cualquier pueblo, en todos los restaurantes etc.

De paso por Obernai, al sur de Estrasburgo, y paseando por los soportales de la Oficina de Turismo me topé con un grupo de productores locales que invitaban a todos los paseantes a compartir el aperitivo más alsaciano: cerveza artesana o vinos de la zona, foie y pan de especies tan típico del territorio. Era una forma de envolverte rápidamente en el espíritu enológico y gastronómico de la comarca, en un ambiente de amistad y proximidad que refuerza los lazos positivos y genera un vínculo afectivo con el destino. Según me indicaron, esta actividad la hacían varios días a la semana en temporada estival. Iban turnándose los productores que evidentemente aprovechaban la invitación para darte sus tarjetas personales, animándote a la visita y creo recordar que era posible también comprar sus productos, como si se tratara de un pequeño mercado local.
Creo que sacando la cultura del vino a la calle, todos salímos ganando: productores, visitantes, la Oficina de Turismo o las administraciones turísticas y por supuesto el territorio.
Y por cierto, hoy la etiqueta se la he robado a uno de mis vinos favoritos, un vino para tomar de rodillas y descubierto, como decía ¿Balzac? . Un pecado de avaricia beberlo en soledad. Para disfrutarlo sólo es necesario contar con un buen compañero con quien compartirlo y silencio, mucho silencio para escuchar los sonidos de la complicidad y el afecto. ¡Salud, querido amigo!


(c) Alicia Estrada, 2009

noviembre 15, 2009

Enoturismo en Portugal (1)

Tengo que pediros disculpas por el tiempo que he tardado en escribir. Llevo casi tres semanas ausente de este blog y la verdad es que se las he dedicado a fondo a nuestra pasión común, el enoturismo.

En primer lugar tuve la oportunidad de compartir una jornada de trabajo conjunto con los socios del Consorcio de Enoturisme de Penedés. La semana pasada estuve en Portugal, participando en unas jornadas en torno al enoturismo e impartiendo una clase sobre enoturismo en el máster de Turismo de la Universidad Lusófona , el grupo privado vinculado a la formación, más grande del mundo que habla portugués.

Me gustaría comentaros hoy sobre la experiencia portuguesa. Mi mentor en tierras lusas ha sido Ricardo Swinkels de Selected wineries, a quien le agradezco mucho la confianza depositada en mi trabajo. Ricardo es el alma mater de un club de calidad que cuenta con una buena colección de Bodegas y Quintas de alto perfil. Me gusta el concepto de "Club de Calidad" pues favorece la optimización de recursos tanto a la hora de la promoción como de la comercialización. Además todos sabemos que difícilmente una bodega aislada puede tirar de un proyecto enoturístico en una zona. Hace falta masa crítica y contar con varias bodegas en una misma línea de trabajo, seguro que favorece a todos los miembros del club. Una forma de volver a las ventajas de la coopetencia de la que ya hemos hablado en otras ocasiones.

Encontré algunas diferencias entre el enoturismo luso y el de nuestro país. En primer lugar el perfil de las empresas enoturísticas. En Portugal hay un buen número de quintas y fincas que ofrecen enoturismo para un perfil muy alto de viajeros. Muchas cuentan con alojamiento, restauración en la finca y un amplísimo programa de actividades que van desde propuestas de pesca o caza combinadas con el vino, a programas muy creativos, de experiencias artísticas, talleres de tipo histórico que se redondean siempre con la visita a la bodega, la salida al viñedo etc.

Me gustó el descubrimiento de fincas ganaderas y agrícolas que ofrecen conjuntamente con el mundo del vino, la posibilidad de vivir el estilo de vida de campo, el “slow life” del ritmo de la naturaleza a través de los cultivos y el paisaje y especialmente con los productos agroalimentarios de la propia finca. Al final el mundo del vino ¿qué es más que sector primario y agricultura?. Cosas tan difíciles de encontrar aquí y a la vez tan simples, como zonas de picnics en los viñedos, randonées de bicicletas a través de la viña, caminos marcados para recorrer a pie y descubrir la finca etc. me han parecido mucho habituales en Portugal que en nuestro país.

Por el contrario, parece que el enoturismo es menos popular en este país que en el nuestro, quizás vinculándolo al nivel tan alto de las bodegas existentes. Aunque parece haber pequeñas bodegas familiares que abren sus puertas a los visitantes, como ocurre en nuestro país, no me pareció que era el sistema más habitual. De ahí la gran dependencia del enoturismo portugués del cliente extranjero.

Otra tipología de clientes que se citó en las ponencias, al hablar de públicos objetivos del enoturismo fue el de los eventos sociales familiares especialmente bodas. Quizás en nuestro país sea también habitual pero ciertamente no lo conozco.

Os seguiré contando sobre el enoturismo en Portugal. Por la tarde hablamos de enoturismo como producto estratégico y ahí me tocó aportar el punto de vista de nuestro mercado.

(c) Alicia Estrada, 2009

octubre 27, 2009

Comercialización turística en Internet. Nuevas oportunidades para el enoturismo

Me gustaría compartir con vosotros la presentación que hice en Barbastro, con motivo del Congreso de Enoturismo. Esta presentación estaba incluida en el eje temático de las nuevas tecnologías aplicadas a la promoción y comercialización del enoturismo.

Como veréis, se revisan de una forma rápida algunas de las plataformas que podemos utilizar en Internet para vender en unos casos o para desviar tráfico hacia nuestras páginas, el primer paso para convencer al cliente, una vez en nuestra casa virtual, de que compre.
Si os parece, en días próximos podemos compartir algunos comentarios al respecto. Sería estupendo entablar un diálogo con vosotros. ¿Qué os parece este concepto de la doble intermediación -la turística y la tecnológica-? Aquí tenéis la presentación

A modo de conclusiones: Congreso de enoturismo de Barbastro

Aunque la frase resulta manida, dicha al concluir el Congreso de Enoturismo de Barbastro, tiene su lado de verdad, “el congreso no acaba aquí, ahora empieza”. Así es. Tengo la sensación que salimos de allí con algunos deberes en la maleta.

¿Mi valoración personal? Positiva. Construir no es fácil pero creo que situarnos en un mismo foro a los “dos bandos” es ya un paso. ¿Qué cosas destacaría?
  • Creo que el Congreso reflejó la distancia que existe entre el sector vitivinícola y el sector turístico y las grandes dificultades para el diálogo. Me parece en todo caso que no hay que enrocarse y hay que seguir buscando vías de diálogo y encuentros en los que compartir experiencias, conocimiento, problemas etc. Y desde luego no podemos esperar dos año, hasta el nuevo congreso.
  • El sector vitivinícola me parece que continúa sin creer demasiado en el enoturismo. No hay un convencimiento real de sus posibilidades y tras las inversiones en adaptar la bodega, promoción etc. muchos profesionales del sector vitivinícola se están desanimando, al no ver los resultados esperados. La limitada presencia de bodegueros en el congreso puede ser también un síntoma de este desánimo.
  • El mundo web 2.0 está lleno de posibilidades pero también vimos que es un gran desconocido para el sector vitivinícola. Creo que aquí los TUR igual estamos un poco más avezados, pero seguramente la impericia es cosa bastante común en ambos sectores. Hay que ponerse las pilas si queremos acercarnos a nuestros clientes y aprovechar todas las opciones que esta nueva filosofía está poniendo a nuestra disposición. De todas formas me pareció que hubo una buena acogida ante este tema y seguro que las ponencias en torno a la web 2.0 provocaron como poco, la reflexión del “respetable”.
  • Referente a las ponencias, destacaría por la gran importancia que me parece puede tener para nuestro sector, la presentación de la plataforma de Segittur que puede favorecer la comercialización on line de muchas pequeñas empresas y bodegas. Vimos cómo La Rioja ya está trabajando en su implementación y bajo su marca paraguas, numerosas bodegas podrán disponer enseguida de herramientas para vender en la red. A falta de mucha información, la presentación del Club “Saborea España” me pareció un proyecto de tipo más institucional que dirigida directamente a la comercialización, aunque es incuestionable que la promoción es siempre el primer paso de la venta.

Como opinar es gratis, me voy a permitir escribir por si alguien con poder en la organización me lee, algunas sugerencias que yo haría para el próximo evento: Hubiera deseado un tiempo de preguntas y respuestas tras las ponencias, hubiera deseado más presencia del mundo turístico en los debates, hubiera deseado quizás menos ponentes y presentaciones más a fondo, y puestos a pedir, también pediría más caras nuevas en las ponencias, lo cual no siempre es fácil pero hay que intentarlo.

Como resumen, gracias por la invitación a participar y gracias también por sacar adelante un congreso que a pesar de estos comentarios al sector vitivinícola, hay que reconocer que se ha celebrado en Barbastro con el apoyo de una de las DO más punteras del país. Yo le seguiré diciendo a Mariano, su Presidente que juntos, los bodegueros y los de turismo, trabajaríamos mucho mejor y ganaríamos más dinero todos. Pero por mucho que digamos de los ENO, la iniciativa en esta ocasión hay que vincularla además de a la Universidad de Cádiz y otros entes, a las gentes del vino de Somontano. De ellos es gran parte del mérito. ¡Gracias!


(C) Alicia Estrada, 2009

octubre 20, 2009

Ya está aquí el congreso de enoturismo en Barbastro

A las puertas del Congreso de Enoturismo sólo quería comentaros que estaré en Barbastro y que me gustaría mucho poder saludaros si también os vais a acercar a las tierras del Somontano.

Finalmente el programa ha resultado redondo, carnoso, con taninos prometedores que auguran buenos caldos y alguna sorpresa estupenda. ¿Os recordáis que hablábamos en el blog hace tiempo del Club del Producto Saborear España? En ese post reconozco haber sacado todo el armamento para demandar que este Club incluyera también al vino en sus promociones de la gastronomía española. Supongo que así lo han entendido cuando van a elegir el marco del Congreso de Enoturismo para hacer una presentación oficial. ¡Estupenda noticia!

Por otro lado Segittur, la Sociedad Estatal para la gestión de la innovación y las tecnologías turísticas, hará también la presentación, de la plataforma de reservas para el sector enoturístico. Hablamos también de este tema en un pasado post. Creo que ésta puede ser una de las mejores apuestas para la comercialización del mundo del enoturismo.

Agradezco enormemente a Eduardo Serrano, la cabeza web 2.0 de este evento, y a Natalia Gracia, gerente de la DO Somontano, la confianza que han depositado en mi trabajo. Me han dado un sitio de honor en el Congreso, entre grandes representantes del mundo del vino, así que seguro tendré la oportunidad de debatir a favor del diálogo entre ambos sectores y todas esas pequeñas y grandes guerras que compartimos desde hace más de un año, con nuestros comentarios.

Participaré en una mesa redonda en torno a las relaciones entre turismo y viticultura y por otro lado, presentaré una ponencia sobre plataformas de comercialización para el enoturismo en Internet. Espero que esta pequeña aportación, pueda complementar la visión de la plataforma de Segittur. De lo que se trata es de ¡¡Vender!! Y hacerlo muy bien, para que el enoturismo en España, alcance esa fortaleza que todos esperamos. ¡Lo vamos a conseguir! ¿No tenemos los mejores vinos del mundo? ¿No estamos entre los mejores en turismo mundial? Sólo hace falta un poco de acercamiento de ambos sectores para empezar a caminar juntos. Bueno, y alguna otra cosilla, pero si logramos lo primero, el resto está, como dicen los niños, ¡Chupado! (Los de Bilbao, decíamos "Chupau")

¡Nos vemos en Barbastro!


(c) Alicia Estrada, 2009.

octubre 18, 2009

Consumidores y enoturismo 2.0

En el post anterior hablábamos de la Web 2.0 como un nuevo paradigma en la manera de pensar, usar, diseñar y trabajar en Internet. Las empresas Web 1.0 publican contenidos en sus páginas, las empresas Web 2.0 construyen gracias a la participación de los usuarios, y gracias a estos diálogos con el mercado, optimizan y simplifican la toma de decisiones. Por eso a la Web 2.0 se le ha llamado también “Web Social” e “Inteligencia colectiva”, porque está configurada como una multiplicidad de redes de usuarios agrupados, compartiendo intereses comunes. Las empresas que sepan participar en el diálogo y las conversaciones de estas redes, son las que tendrán más sencillo el acertar, son las que más cerca están de los clientes.

¿Y cómo son los usuarios que se hacen fan de nuestras bodegas en Facebook, que comparten fotos en Picasaweb, que comparten videos en Youtube, que dejan sus opiniones de turismo en páginas como Trivago o Tripadvisor, que tienen blogs, que participan en páginas de comunidades como Viajeros Barcelo por poner un ejemplo?

Lo más destacable de este usuario es que no sólo consume, también produce contenidos, opiniones etc. y lo hace sin un afán lucrativo, sólo participando en ámbitos de intercambio de información. Son los Prosumidores, acrónimo formado por la fusión del término inglés “Producer” Productor (Profesional, según otras fuentes) y “Consumer” Consumidor. Por lo tanto PROSUMIDOR = CONSUMIDOR + PRODUCTOR DE INFORMACIÓN.

Recientemente hemos oído hablar de la figura del Proksumidor. Lo leíamos en el blog de Edu William/. Este autor define al Proksumidor, como “Un consumidor activo en el ciclo del conocimiento, que influye directamente en la productividad de las empresas, no sólo vía transacción.” (Piénsese cómo puede influir por ejemplo, el comentario de un bloger sobre un producto o servicio el valor que esto puede tener para la reputación de las empresas). El Proksumidor, une a su condición de Productor y Consumidor, la de Broker, en cuento que interpreta, filtra, combina, recomienda y sirve como intermediario de información para otros clientes.

En este mismo sentido y aportando algún nuevo matiz, se posiciona Tirso Maldonado al hablar de Adprosumidores o consumidores de la web 2.0. El Adprosumidor no sólo consume y comparte comentarios, fotos, videos, música... También evalúa activamente y se convierte en un prescriptor importante, tanto que para el Adprosumidor, la publicidad tradicional de prensa, radio, televisión etc. tiene menor repercusión que para otros segmentos. El Adprosumisor confía más en la experiencia de algún otro usuario similar a él o de su grupo de interés, que en la publicidad que parte del fabricante o proveedor.

Maldonado vincula el prototipo del Adprosumidor, especialmente a la generación de lo que se ha venido en llamar “Nativos digitales”, jóvenes que han nacido en un mundo digital y para los que las TIC’s constituyen su modo habitual de vida, amistad, comunicación, diversión, trabajo, etc. Pero éstos ya son muchos de ellos clientes nuestros. En la segunda oleada del Observatorio del enoturismo de ACEVÍN, la muestra más numerosa de enoturistas, lo constituían personas entre 31 y 40 años, mayoritariamente pues, nativos digitales.

En el mundo del vino estamos empezando a dar gran importancia a foros, comunides, blogs de aficionados etc. Estas herramientas tienen que entrar en el mundo del enoturismo y tenemos que estar abiertos a participar en ellas, predipuestos a fomentarlas y usarlas sin complejos. Algún día nos caerán chaparrones por las deficiencias de nuestras bodegas o el mal servicio de nuestra acogida en el museo del vino o… enfoquémoslas como oportunidades de mejora. Como leía hace poco en algún sitio, siento no recordar el autor, “Pongamos a nuestros clientes a trabajar para nosotros”


(c) Alicia Estrada, 2009.

octubre 13, 2009

Enoturismo y herramientas web 2.0

De todas las bodegas que existen actualmente en España, tan sólo 20 ó 30 mantienen un blog con contenidos de calidad y al día. Esto lo escuché a principios de este año en el wine pleasures celebrado en Sitges. En el 2007 recuerdo que había unas 7000 bodegas censadas en nuestro país, número que habrá crecido. La proporción es por lo tanto, totalmente marginal.

¿Cuántas páginas de comunidad existen surgidas al amparo de un territorio o una DO? No conozco ninguna. En ocasiones me topo con algún bodeguero en páginas de aficionados al vino como verema.com o en páginas de profesionales del turismo como gastronomicum o incluso turismo 2.0 pero ciertamente hay poca presencia del sector vitivinícola en este tipo de herramientas web 2.0 o herramientas sociales.

No sé si todos estáis familiarizados con esta terminología pero os animo a que hagáis los deberes rápido. ¿Por qué hay que actualizarse con las herramientas web 2.0? Si tuviera que daros alguna razón os diría que, ahí están los clientes, ahí está el mercado, a través de estas herramientas hablan, podemos escucharles y sobre todo podemos entrar en diálogo con ellos. ¡Una magnífica oportunidad para conocer sus opiniones a través de sus blogs, de las páginas de comunidad en los que participan, en los grupos o las páginas de fans de Facebook, en twitter, en páginas donde se aúnan por intereses profesionales como xing o http://www.linkedin.com, en páginas donde los viajeros dejan sus comentarios para otros viajeros como trivago.es, en direcciones que comparan precios de servicios y productos como http://www.minube.com/ en el sector turístico etc.!

Otro de los puntos clave que favorecen las herramientas Web 2.0 es el diálogo constructivo con la coopetencia, generar sinergias y crecer conjuntamente apoyándonos en la fuerza del grupo, la cohesión del destino, los agentes del territorio etc.

Hace unos días hablando de este tema con varios bodegueros salieron diferentes explicaciones al desapego del sector por las herramientas web 2.0. y en general por los medios sociales. Por un lado comentaban que el vino es un sector apegado a la tradición, donde las cosas marchan con lentitud y los cambios se producen con cierta parsimonia. ¡Vale! Acepto pulpo como animal de compañía. Hablaron también sobre la falta en la bodega de una figura que pudiera encargarse de esta presencia en medios. Puedo entenderlo en el caso de pequeñas empresas, pero en las grandes pasa lo mismo y entiendo que los recursos no están tan ajustados como en las pymes.

Me acordaba de un artículo que había leído unos días antes de Ryan Opaz sobre este tema y que os animo a compartir y en el que se vuelve a tratar del atávico y carpetovetónico sesgo hispano de “Yo me lo guiso y yo me lo como”. Las bodegas españolas y en general las gentes del vino no tienen costumbre de colaborar y de trabajar juntas de ahí que la información se mantenga en la caja fuerte, no se comparten ni siquiera las opiniones, cuanto menos problemas o soluciones.

Me gustaría hablaros otro día del perfil de los nuevos consumidores, veréis cómo nos están exigiendo salir a los medios sociales, dialogar con ellos y abrirles las puertas no sólo de nuestras bodegas, también de nuestras opiniones, nuestros problemas, nuestras recomendaciones, etc. Son los prosumidores y los adprosumidores. Prometo presentároslos en breve.

(c) Alicia Estrada, 2009

octubre 05, 2009

Enoturismo y promoción turística

He tenido ocasión la pasada semana de pasar dos días en Cádiz, con sede en Jerez. Ha sido para mi una gran satisfacción poder llevar a 60 profesionales del mundo del turismo de grandes agencias nacionales. Hemos recibido una gran colaboración por parte de la Diputación de Cádiz, a través de su patronato de turismo y mis amigos de Jerez han estado ahí, apoyándonos en todo y haciéndonos las cosas muy sencillas.

Os podéis imaginar que si estoy en Jerez y tengo que organizar una cena para profesionales del turismo, lo primero que pedí es que fuera un maridaje de gastronomía de Cádiz y vinos de Jerez. Primera sorpresa. No es habitual. La gente prefiere comer con vinos “normales” por lo tanto no lo ofrecemos. He de decir que en el empeño por realizar esta cena, conté con toda la ayuda de los profesionales del Patronato de Cádiz, especialmente de Isabel Montaldo, una excelente profesional, igual que sus compañeros y que el maridaje fue posible gracias a Mara de Alfonso Catering y a Pilar de Sandeman. Cenamos con 4 vinos generosos y rematamos con una copa de Brandy y nuestros agentes de viajes estuvieron encantados del descubrimiento. Estoy segura que muchos de ellos se lo propondrán a sus clientes.

Segunda constatación. Cádiz va a recibir este año cerca de 1000 profesionales españoles del mundo del viaje y supongo que otros tantos extranjeros. ¿Va a aprovechar la Ruta del vino de Jerez la llegada de todos estos profesionales para hacer conocer su producto? Yo creo que ocasiones como ésta no deberían pasar desapercibidas ni por la Ruta ni por la DO, ni por los profesionales del enoturismo desde luego.

Tercera constatación. Pregunto a la administración encargada de la promoción de Cádiz sobre el producto enoturismo. Respuesta: tenemos divididos las responsabilidades por productos y mercados pero no tenemos una persona dedicada al turismo de vino. No es que crea yo que la administración de Cádiz es la única que carece de esta figura. Todo lo contrario. Sirva este ejemplo para constatar una realidad que a buen seguro es general en todo el estado: el enoturismo no forma parte del portfolio promocional de las administraciones turísticas, es un producto residual o incipiente, no lo sé. Habrá excepciones por supuesto.

Hemos hablado ya muchas veces del distanciamiento de los profesionales del vino y el turismo y esa soñada intersección que promete ser el enoturismo no acaba de cuajar. Si queremos que el enoturismo comience a ser una realidad hay que trabajar al lado de la administración turística y tenemos que ser nosotros desde las DO, desde las Rutas, desde las bodegas, desde los museos y espacios de vino los que entablemos diálogo, los que presentemos nuestros productos, los que pidamos colaboración, los que preguntemos “qué necesito hacer para que tú me promociones en todo el mundo”. De la colaboración con el sector turístico ya no hablo, sería repetirme nuevamente.

(C) Alicia Estrada

septiembre 29, 2009

El enoturismo en Hosteltur

Nada nuevo en el artículo que Hosteltur dedica hoy al Enoturismo pero la constatación de que empezamos a tener espacios habituales en la prensa turística siempre es un buen indicio de que el Enoturismo es una realidad y no sólo una brillante promesa para el mundo del vino.

En el artículo, algunas cifras destacables. Ya no se habla de un millón de enoturistas en nuestro país. Leemos ya la cifra de millón y medio (¡Dios les oiga! –como decía mi abuela-). 20.000 visitantes más en Valladolid el año 2008 gracias al turismo del vino y unos ingresos de 20 millones de euros. Seguimos con un gasto medio diario alto, unos 100 euros día por enoturista que teniendo además en cuenta que las visitas siguen siendo en gran medida en familia y con hijos, no está nada mal .

Hablando de familias ¿Para cuando incluir a los niños de una forma activa en las visitas a bodegas? Sigo pensando que hay un nicho importante que podría crear un valor diferencial para muchas bodegas con producto muy neutro.

Sigo leyendo en el artículo de Hosteltur, constancia de la utilización de hoteles de 3 y 4 estrellas para hacer Enoturismo. ¿Verdaderos hoteles de vino? De éstos pocos. No tengo para olvidar, como dicen en mi pueblo, una visita reciente a Haro. Un hotel nuevo, en las afueras de la ciudad, correcto hasta la saciedad pero frío, sin alma y sin una nota de taninos que apuntara a que nos alojábamos en una de las grandes cunas del vino. Sigo pensando que el Enoturismo, como escribía hablando del éxito de Napa y Sonoma, es cosa de muchos actores, incluyendo a la población local pero también a los distintos agentes en contacto con los visitantes, y entre ellos a los hoteleros. Dinamizar los destinos e implicar a todos los actores creo que es uno de los deberes pendientes de casi todas las administraciones.

En mitad de tanta crisis de turismo, de tanta bajada de cifras, de tanto cierre de agencias... leer buenas noticias sobre Enoturismo sigue siendo una nota de esperanza para animarnos a seguir trabajando en esta línea.

(c) Alicia Estrada, 2009

septiembre 27, 2009

"La Coopetencia"

Volviendo al tema del post anterior sobre la necesidad de trabajar conjuntamente en temas de enoturismo, incluyendo a la competencia, me ha gustado un apunte que me ha hecho Eduardo Serrano, el Director técnico del Congreso de Enoturismo de Barbastro /, que a este trabajo conjunto entre una empresa y sus competidores, le denomina Coopetencia, un buen término para definir la cooperación entre rivales que sin embargo, aúnan fuerzas para conseguir objetivos comunes.

Revisando papelotes este fin de semana me he topado con un estudio realizado hace un par de años por un organismo de la administración española, cuyo objetivo era buscar elementos de mejora para nuestro sistema, revisando modelos de éxito de otros territorios enoturísticos. En este estudio se condensan a modo de decálogo, los puntos que resumen el exitoso modelo de Napa y Sonoma, en California.

Entre otros puntos se habla de: Una masa crítica de bodegas, identificación clara de las motivaciones de los clientes, trabajo de grupo, refuerzo mutuo de sectores, compartir conocimientos, potenciar productos locales a pesar del precio, primando la calidad, cooperación en estrategias comunes etc.

Una vez leído el estudio, lo primero que viene a la cabeza es que el desarrollo de esta zona no hubiera sido posible sin la implicación y colaboración conjunta de todos los agentes de la zona, incluyendo la población local y no sólo los actores del vino o el turismo.

Se recalcaba en el estudio que el modelo de desarrollo de enoturismo californiano no es un modelo de iniciativas aisladas si no de coordinación de agentes, públicos, privados, turísticos, del sector vitivinícola etc. De esta forma, una bodega no ve en su vecina su competidora, sino su partner en tanto que le permite al territorio, adquirir esa masa crítica que atrae a los enoturistas al facilitarles visitar 2 ó 3 bodegas sin necesidad de cubrir grandes distancias. En nuestros destinos, teniendo en cuenta que la mayor parte de nuestras bodegas no son "parques temáticos del vino", como muchas de las americanas, habría que sumar otros recursos vinculados al vino como bares de copas, restaurantes, enotecas, especios de interpretación del vino o el viñedo etc.

Evidentemente el modelo americano no es traspasable tal cual a nuestros territorios y habría que hacer muchas matizaciones pero el concepto marketiniano de masa crítico llevado al destino enoturístico, puede ser un buen punto de reflexión para hacernos conscientes de que solos, no lograremos constituirnos nunca como territorio enoturístico y el éxito de nuestra aventura empresarial, personal o política, será mucho más difícil.

(c) Alicia Estrada, 2009

septiembre 24, 2009

Enoturismo: una carrera en grupo

En el mundo del turismo sabemos que nuestro trabajo depende en gran medida de las relaciones que establecemos con nuestra competencia y con otros proveedores turísticos de sectores complementarios. Os pondré un ejemplo un poco largo pero espero que ilustrativo.

Cuando un destino pasa a incorporarse al portfolio de productos turísticos convencionales, habitualmente ha habido un acuerdo previa entre un hotelero que ha encontrado una propiedad sobre la que levantar un proyecto, una línea aérea que ha decidido abrir una ruta a ese destino y un touroperador que ha firmado un acuerdo con el hotelero y con la compañía aérea para comercializar los paquetes turísticos.

Todos ellos además han llegado a un acuerdo previo de colaboración con las autoridades turísticas de ese destino para habilitar, si no existían, las infraestructuras mínimas necesarias para acoger turismo (mejora del aeropuerto, estructura mínima de asistencia sanitaria, policía en la zona...). Además, se han establecido acuerdos con empresas locales para la acogida de los visitantes en el destino y para programar salidas y excursiones que complementen la estancia. Por supuesto sabemos que la empresa de receptivo no podría ofrecer el servicio requerido si no contara con guías y personal de acogida. Por lo que es muy previsible que la administración local se haya ocupado previamente de abrir vías de formación para jóvenes de la zona etc.

Cuando yo monto un hotel en ese destino, normalmente querré que otros competidores se establezcan cerca. Las demandas de los visitantes harán crecer la oferta de bares, restaurantes, comercios etc. es decir de animación. Los flujos de visitantes además serán para mi hotel una garantía de que la línea aérea seguirá operando la ruta, porque la cantidad de huéspedes que acoge el destino, le asegurará una ocupación media aceptable.

Evidentemente el ejemplo no es traspasable tal cual al mundo del enoturismo pero la moraleja, creo que sí. Hay que unir fuerzas si queremos obtener resultados en el mundo del enoturismo. No hay una bodega (Salvo tres en este país) que constituya por sí misma un atractivo tan potente que los visitantes acepten un desplazamiento únicamente por conocerla. Casi todos los bodegueros van a aceptar que su oferta se complemente en el territorio con restaurantes, bares de vinos, comercios, espacios de vino... pero qué pasa con la competencia.

¿Un bodeguero necesita que otras bodegas próximas tengan también oferta de enoturismo? Por supuesto que . Nuestra bodega será adecuada para determinado perfil de clientes y necesidades pero nos conviene que en el territorio haya variedad de oferta y de tipología de producto. Que un enoturista venga al territorio y vuelva a su destino con las expectativas cumplidas, tiene connotaciones positivas para todos, aunque sea a nivel de valoración de la DO. Pongo dos ejemplos.

  • Un grupo de madrileños puede llegar al Penedés y necesitar la bodega A por que yo (Bodega B) no tengo capacidad para organizar un evento como el que requieren, pero me interesará mucho que haya una bodega en el territorio que pueda acogerlos (y no se vayan a Priorat o Montsant...) y que además haga bien su trabajo, para que cuando los madrileños vuelvan a casa y busquen en el supermercado o en la tienda especializada un vino del Penedés, se topen con mi vino y lo compren, poorque yo tengo un canal de distribución en Madrid pero mi vecino sólo trabaja con restauradores locales.
  • En muchas ocasiones nos quejamos de que los viajeros vienen a nuestra DO y no pernoctan y apenas consumen. ¿Qué tal si facilitamos que un receptivo local monte producto con 4 ó 5 bodegas complementarias, un hotel, algún restaurante, alguna actividad extra etc.? Un enoturista podría visitar una bodega familiar tradicional, una bodega que apueste por la biodinámica, una gran bodega industrial y una bodega donde la joya es el viñedo por ejemplo. Una buena excusa para consumir y disfrutar de 2 ó 3 días en el territorio.
Son sólo dos ejemplos de que trabajando juntos es más fácil avanzar, pero la lista podría ser muy, muy larga.


(c) Alicia Estrada, 2009.

septiembre 18, 2009

VINOTURISMO, blog del día

Escribir un blog, es compartir una copa de vino cada noche con todos vosotros. El blog pinta a buen seguro, el ritmo de mi vida. Escritos apresurados cuando apremia el trabajo, conversaciones más pausadas cuando recupero el ritmo, a veces silencios prolongados, pero siempre respuestas de amigos que se cuelan por la ventana de los comentarios y mucho más a menudo por los buzones digitales. Sí, me gustan estos diálogos por que huelen a proximidad y saben a vino.

Escribir un blog no es difícil cuando haces un camino en el que te sientes acompañado, cuando compartes, cuando aprendes, cuando alguien que tan sólo te conoce por que lee tus escritos, confía en ti para un trabajo o cuando haces amigos a través de estas páginas.

Sí. Estoy contenta de haber empezado a escribir este blog, ahora justo hace un año. Y estoy contenta porque hoy día 19 de septiembre a VINOTURISMO le han reconocido con el premio Blogdeldia lo cual, para un pequeño blog, siempre es una recompensa emocional, añadida al de vuestra complicidad.

Es un bonito camino éste del vino y la amistad. ¡Os invito a subiros al tren!





(C) Alicia Estrada, 2009

septiembre 17, 2009

Comercialización on line, bodegas y agencias receptivas

Leía ayer un artículo sobre una plataforma de comercialización desarrollada por Segittur que permitirá a proveedores de servicios turísticos comercializar directamente sus productos a clientes finales. La contratación del servicio en la plataforma no puede ser individual, si no amparada en un organismo de turismo local, autonómico, provincial etc.

Leía en la misma noticia que Turismo de Tenerife será el primer organismo de promoción que equiparará su web con la referida plataforma y que enseguida será instalada en la web de La Rioja, facilitando las reservas de visitas a bodegas.

La plataforma permitirá que proveedores de hoteles, parques temáticos, guías, agencias receptivas y supongo que bodegas, puedan cargar sus productos e inventarios y gestionarlos directamente. Se trata pues de poner en manos de los proveedores y de los intermediarios que generan producto en destino, una herramienta de comercialización y venta. Parece ser que la plataforma también facilitará el B2B, con el fin de que los proveedores puedan hacer negocio con canales de intermediación.

Esto es lo que he podido leer y me ha parecido una buena noticia para nuestro sector y el de la intermediación (en destino), porque al fin y al cabo amparará la presencia de agencias receptivas y facilitará a las pequeñas empresas una vía de promoción y venta de gran difusión.

Creo que las agencias receptivas son las grandes desconocidas del mundo de la comercialización turística. Dejando al margen el sector de los grandes operadores receptivos, especializados en touroperación en zonas de gran tráfico turístico, las agencias receptivas, los incoming, como también los llamamos, juegan un papel clave en el desarrollo turístico de un territorio.

Los receptivos coordinan la oferta dispersa del destino, la hilan con argumentos de continuidad eslabonando productos que benefician a múltiples actores del territorio, desde hoteles, hasta empresas de actividades, enotecas y comercios de proximidad, bodegas, recursos culturales, sedes singulares etc.

Los receptivos generan producto, incluso donde no lo hay. Una colección de recursos no supone la existencia de un producto turístico. Decir que contamos con una ruta del vino, porque sumamos una colección de bodegas, no es tener una ruta del vino, es tener un itinerario trazado sobre un mapa, nada más. Esto es poco vendible.

Si los receptivos hacen una labor importante de cara al turismo individual, ningún territorio que quiera diferenciarse en el mundo de los eventos y los grupos, podrá hacerlo, sin contar con operadores locales especialistas.

Sí, tengo un especial afecto y respeto por el mundo del receptivo, porque he trabajado en ese sector inventando cosas muy divertidas y muy creativas (Recuerdos del Bilbao Guggenheniano y de Rioja Alavesa) y sobre todo porque cuando he contado con un buena agencia local de apoyo, nunca me he encontrado eventos difíciles de organizar, ni destinos pobres en recursos. (Por cierto, no me dan comisión los receptivos).
¿Sería recomendable que desde la administración y los organismos de promoción enoturística se apoyara la figura de las agencias receptivas especializadas y con ellas, la de los guías de enoturismo? Mi voto es rotundo. Sí.


(c) Alicia Estrada, 2009.

septiembre 07, 2009

- Taxi wine Tour (2)

En el anterior post hablábamos del taxi turístico vinculado a enoturismo. Hoy me ha comentado Manuel de Enodestino que ha habido algunas experiencias en este sentido en Somontano. Será interesante conocer más datos y cómo les fue, aunque no me ha parecido por sus comentarios, que fuera una experiencia “époustouflante” como dicen los gabatxos.

Como os comenté, me sorprendió la organización del taxi turístico en Saint Emilion, que se puede coordinar a través de la Oficina de Turismo. El taxi ofrece la posibilidad de recorrer unos 50 chateaux de la zona de Pommerol, Saint Emilion, Fronsac... lo más granado del enoturismo bordalés.

El taxi ofrece una especie de “transfers” entre bodegas, por un precio que me pareció razonable: 25 euros por persona, realizando el transporte entre el origen y dos castillos, en una jornada de 4 horas o 50 euros por persona, visitando cuatro bodegas en una jornada de 8 horas. Por supuesto siempre incluye la ida y la vuelta al punto de partida. El precio ¡si! Es por persona así que muy cómodo para los que viajan sin otra compañía que sus pensamientos.

Creo que lo bueno de este sistema es su visualización a través de la oficina de turismo de St. Emilion. La normativa española no permite la venta directa o la comercialización de productos a través de las oficinas de turismo pero no dice nada respecto al apoyo a este tipo de iniciativas. Dar soporte al taxi turístico desde una oficina de turismo, lo mismo que apoyar el enobus o iniciativas similares que faciliten el transporte entre atractivos enológicos, es en mi opinión, apoyar el destino, apostar por el territorio y beneficiar a todos los agentes, sean bodegueros, espacios museizados, enotecas, restaurantes etc.

Evidentemente se trata de generar flujos de tal modo que el taxista no tenga que esperar sencillamente en la puerta de la bodega mientras su cliente realiza la visita. Hoy en día que la comunicación a través de móvil o emisora, es fácil para este colectivo, apoyar iniciativas como ésta, me parece podrían ayudar a dinamizar visitas de determinados perfiles de turistas, por ejemplo, turistas internacionales, que llegan a destinos próximos en avión.

Eso sí. Al taxista también le tocará hacer algo más que esperar que la oficina de turismo le envíe clientes. Por ejemplo algo de idiomas debieran aprender, aunque sea para una comunicación básica, algo de vinos debieran de aprender, pues en gran medida van a ser también embajadores de su territorio y algo de formas debieran aprender, pues la acogida turística es mucho más que poner en marcha el taxímetro.

(c) Alicia Estrada

septiembre 06, 2009

- Taxi wine Tour (1)

Hacer enoturismo y conducir suelen ser dos actividades que a menudo no se llevan bien. Llegar a una bodega y no rematar la visita con una pequeña degustación, diezma el interés turístico de los aficionados al vino. A este problema se suma muchas veces la dispersión de las bodegas que deseamos visitar y que hace inevitable coger el coche.

En el caso de los grupos, el autobús es una buena medida. Si haces enoturismo en una zona como Rioja es posible acomodarse al horario del enobus, aunque estos autobuses tienen un alcance muy limitado, por capacidad, fechas etc. ¿Qué opción nos queda si queremos catar los vinos de las bodegas visitadas, no coger el coche y además movernos entre bodegas. ¿Un taxi?

La noción de taxi turístico no es nueva. Hace bastantes años tuve ocasión de participar en mi pueblo, Getxo, en Bizkaia, en la creación de este producto. El taxi turístico en Getxo servía para ofrecer una visita guiada por un pueblo de gran dispersión de terreno, a quienes se acercaban a la oficina de turismo. El número de visitantes del pueblo no justificaba salidas regulares con un guía, pero contar con taxistas adheridos al proyecto permitía conciliar los intereses de los viajeros y del ayuntamiento.

Los taxistas se sumaban libremente al proyecto. Recibían una formación práctica sobre cómo realizar la ruta y un número básico de datos sobre la historia y los monumentos del pueblo. Se fijó un tiempo para el recorrido y se estipuló un precio que todos los taxistas debían respetar. El servicio se promocionaba desde la Oficina de turismo y cuando algún viajero lo solicitaba, la oficina simplemente iba llamando alternativamente a los taxistas adheridos.

A mi la solución me parece sencilla y fácil de implementar, y creo que traspasable al mundo del vino, incluso más fácilmente que en el entorno de una visita a una población, por que aquí no se trata de que el taxista actúe de guía, simplemente se trata de que haya una organización conjunta con las bodegas o la oficina de turismo, para ofrecer el servicio.

Estas vacaciones, le comentaba el proyecto a una persona responsable de la dinamización enoturística de una ruta. Enseguida me mostró todas las precauciones del mundo sobre mi afirmación. “No conozco a nadie que lo haga” –me dijo-, “Lo hacen en Saint Emilion, le contesté“. Es difícil pensar que los bordaleses saben poco de enoturismo. Así que, mi siguiente paso fue contarle al amigo cómo se organiza el enotaxi en Saint Emilion. En el próximo post lo compartimos, si os parece.
Espero que todos hayáis tenido unas vacaciones excelentes y que la vendimia venga muy bien. Ya estoy integrada en la vorágine, así que nos seguimos viendo por aquí.


(c) Alicia Estrada, 2009.

agosto 12, 2009

- Sobre el Club "Saborear España"

Retomo el tema que Eduardo Serrano dejó planteado con su comentario en este blog, en relación al club de producto “Saborear España”

Este era una tema que tenía guardado en el cajón y me alegro mucho que Eduardo lo haya sacado. No puedo estar más de acuerdo con todo lo que dice al respecto. Quería sumar algo a lo que ya Eduardo ha expresado del tema de la difícil disociación de lo enológico y lo gastronómico.

Cuando leía la información en medios, sobre la creación del Club “Saborear España”, no llegué a entender bien lo que perseguían. Busqué incluso la Nota de prensa y poca luz me aportó. Leyendo este comunicado, me vinieron a la cabeza bastantes dudas, que me gustaría compartir con vosotros.

“España recibió el año pasado, cerca de 6 millones de turistas motivados exclusivamente por la gastronomía”. ¿De dónde han salido estos datos? Realmente me gustaría conocer las fuentes. Reconozco que el “EXCLUSIVAMENTE” que usan, me descoloca. Yo podría pensar que la gastronomía es una motivación importante para los turistas culturales por ejemplo, para los enoturistas sin duda, para algunos de sol y playa pero pensar que en España se movieron 6 millones de personas sólo por motivaciones gastronómicas, me sorprende. Ojalá tuviéramos oportunidad de ver la fuente.

Tema de los promotores de la idea. Sólo por poner algún ejemplo. En la lista nos encontramos con el Ayuntamiento de Valladolid. ¿Qué va a ocurrir a partir de ahora? Nos vamos a encontrar al Ayuntamiento de Peñafiel promocionando la Ruta del Vino y al de Valladolid, promocionando la gastronomía de la provincia? Y con los vascos más de lo mismo. ¿Los vinos de la Rioja Alavesa bajo la bandera de Rutas del vino y las gastronomía vasca por la otra banda? Menos mal que el Ayuntamiento de Lleida va a estar en los dos clubs, igual unifican criterios, aunque sea a nivel interno.

Otro punto: actores que desean implicar en el proyecto. Leo en este apartado que quieren contar con restauradores, DO (quizás no sean de vinos), productores, bodegas ¿bodegas? ¿Qué hacemos? Las sacamos de la Ruta del vino o les damos un 2 x 1, con un buen descuento o...

Objetivos descritos en el proyecto: “la iniciativa pretende transformar este tipo de productos y recursos [gastronómicos] en experiencias turísticas únicas y sumamente especializadas”. La idea es buenísima pero se han olvidado de invitar a operadores turísticos, a hacedores de experiencias, a comercializadores de productos... ¿Dónde están los agentes de viajes o los receptivos o los organizadores de eventos? ¿Quién va a montar producto? -¿los cocineros?, ¿los hoteleros?- ¿Quién los va a vender?

Para el proyecto, se van a destinar 9 millones de euros en tres años y lo que leo es un compendio de buenas intenciones, resumidas en un gran proyecto de promoción y marketing: imagen de España, ampliación del concepto de turismo gastronómico (eso sí, con pocos profesionales del turismo), creación de una marca... No he tenido acceso al documento completo y quizás me confunda (ojalá), pero más de lo mismo, mucho marketing, mucho consultor, la eterna promoción (que está muy bien desde luego, si se acompaña de algo más), poco producto y poca comercialización.
Como decía Eduardo, me hace falta ir de la mano de la enología, del turismo cultural, de.... y a mi también me hacen faltan los profesionales del turismo, haciendo turismo al lado de otros profesionales que cocinan maravillosamente bien pero que seguramente de distribución turística, de ventas en otros mercados, de fam trips, de operadores internacionales y cosas similares, saben lo mismo que yo de cocina de hidrógeno ¿o era nitrógeno? Bueno, cosas modernas que diría mi madre.

(c) Alicia Estrada, 2009

agosto 11, 2009

- Nuevos compañeros para el enoturismo: pesca turística

El pasado 24 de julio, el Consejo de Ministros aprobó un acuerdo para impulsar el turismo sostenible, recreativo e innovador en el medio marino y en el litoral español. Se trataría de dar un empujón al desarrollo turístico de la pesca y todas las actividades vinculadas al trabajo en el mar.

La legislación española parece ser muy proteccionista con la seguridad de los turistas, de ahí que no sea posible embarcarse simplemente a bordo de un barco pesquero por muchas medidas de seguridad que se pongan a bordo. El desarrollo inicial de la “Pesca turística” pasaría por observación de tareas desde una embarcación próxima, demostraciones de pesca hechas a bordo de una embarcación con licencias turísticas y cerca de la costa, excursiones y salidas organizadas a lonjas, salinas, fábricas de conservas, puertos, viejos faros etc.

Sea lo que fuere, me parece una magnífica iniciativa, que puede apoyar el desarrollo local de zonas especialmente duras por las dificultades que día a día surgen para ganarse la vida faenando en la mar y por que además puede ayudar a preservar viejos oficios y patrimonio de todo tipo.
Escribe Xavier Canalis en el artículo en el que he podido leer esta información, que uno de los aspectos más interesantes de este nuevo turismo es su gran relación con la gastronomía, y la enología añado yo. Hacer pesca turística supone un acercamiento privilegiado a los productos locales. Los visitantes podrán degustar los pescados y mariscos recogidos a bordo o comprados en los mercados locales o consumidos en jornadas gastronómicas en los restaurantes de la zona. Y no hay producto del mar que no maride con un vino del territorio.

Soy una convencida de que el desarrollo del Enoturismo (y no me refiero al Enoturismo para especialistas, si no al Enoturismo como turismo cultural) va a tener que ir vinculado en gran medida a la gastronomía y mucho más en un país como el nuestro, donde el vino se vincula a la comida y cuesta introducirlo como copa o aperitivo. De ahí que me parezca tan necesaria la implicación de los restauradores, de los hosteleros, de los comerciantes locales en el desarrollo enoturístico de una zona.

Claro que para que las restauradores y los tenderos (me gusta mucho más esta palabra que “comerciante”) se impliquen en el proyecto enoturístico, no vale con intentar adherirlos a una Ruta del vino y que paguen la cuota, hay que colaborar en su formación, hay que abrir caminos que en muchos casos no conocen y desde luego hay que trabajar por la cohesión de todos los actores de la Ruta. Sólo de esta forma una Ruta del vino pasará de ser un itinerario eslabonado a ser un verdadero producto turístico y lo más importante a ser comercializable.

Si me permitís, yo con mi pragmatismo habitual para los temas de la comercialización os diría que “si no se puede vender, no me interesa el producto”. Dejemos los itinerarios para la administración cuya labor está vinculada a la promoción y nosotros, como empresarios, trabajemos por tener productos vendibles en el mercado turístico. ¡Ah! y si no incluimos en la Ruta a todos los actores, "molt malament" como dicen por aquí.


(c) Alicia Estrada, 2009

agosto 09, 2009

- Algunas cosas que no encuentro en las guías enoturísticas

Hablábamos el otro día de Bodegas de producción y Bodegas-turisticas. Os decía y creo que Pol Fages y Eduardo Serrano, con sus comentarios, también estaban de acuerdo conmigo, en que nos interesan especialmente las primeras para esto del enoturismo, al menos cuando hablamos de turistas culturales que quieren tener un acercamiento a la cultura del vino.

Si yo pudiera decir cómo me gustan las guías de enoturismo ¿qué cosas añadiría que habitualmente no encuentro? Evidentemente es una cuestión muy personal pero aquí os dejo algunos apuntes de elementos que yo echo en falta (entre otras cosas).

Si os parece, empiezo por la que más desearía encontrarme y más a menudo falta. Me refiero a las referencias de paisaje. No necesito descripciones topográficas desde luego pero agradezco una indicación que me aproxime a una bella vista o me acerque al viñedo más hermoso de un territorio. Esto lo descubrí recorriendo los viñedos de Languedoc-Roussillon, al sur de Francia, con una guía de Hachette, pero rara vez lo he vuelto a encontrar. Comentarios del tipo “Desvíese un km al llegar a tal punto, tome la carretera de ... y podrá tener una magnífica visión del viñedo” me valen. Estas indicaciones para mi son simplemente, pequeñas excusas para las emociones más íntimas, un acercamiento estético al vino y al paisaje, especialmente a “mis” paisajes interiores. Lugares de remanso y paz, instantes para las fotografías más bellas y a menudo, momento de silencio compartido (El respeto a la mística de la tierra y el vino)

En este mismo apartado metería las referencias a las formas de arquitectura tradicionales, vinculadas al vino evidentemente y las indicaciones de dónde topar con buenos ejemplos (Bodegas de arquitectura peculiar, construcciones tradicionales, ejemplos de piedra seca etc.)

¿Qué otras cosas me gustaría leer en las guías de enoturismo y que pocas veces encuentro? Pues cambiando de flanco, os comento que me gusta saber sobre las variedades autóctonas de viñedo en la zona. Primero por pura curiosidad y luego porque saberlo, constituye una ocasión estupenda para probarlas in situ. Desde luego, si en un determinado territorio se siguen procesos de elaboración peculiares, también me gustaría saberlo y poder aprovechar mi estancia para pasar de la teoría a la práctica, en el propio escenario. Muchas guías nos hablan de estas historias en la introducción de las rutas, planteándolas como elementos históricos, pero pocas veces se atreven a darnos datos sobre estos vinos y estos viñedos: dónde encontrarlos, bodegas que trabajan con estas variedades etc.

Cuando yo hago enoturismo, evidentemente quiero ver bodegas y museos del vino, paisajes y tierras, pero también quiero catar y saber de vinos de la zona. Por eso me gustan las escasísimas guías que se “mojan” haciendo comentarios sobre bodegas en las que nos recomiendan la compra de vinos. En esta guía que os comentaba anteriormente de Hachette, las rutas se hilvanan pueblo a pueblo, siguiendo un itinerario. En muchas no se cita ninguna bodega, en otros pueblos se hace un sencillo comentario del tipo “Bodega tal: vinos interesantes, hay que seguir la evolución” o bien “Una buena muestra de la viticultura de la zona”. Me vale, pues me da una idea de dónde hacer una parada para la compra. Evidentemente no me hace ninguna falta que me recomienden los “top” de cada región. Hablo de productores locales y menos conocidos pero con buenos productos y ganas de hacer las cosas bien.

Os podéis imaginar que en esta misma línea me encantan las guías que me dan listados de enotecas donde comprar vinos de todo el territorio y restaurante con programas de vino.
Ya sé que es complicado, todo lo que acabo de apuntar. Yo misma he escrito bastantes artículos turísticos y alguna que otra guía, y una cosa es la teoría y otra la práctica pero por dejar aquí unas cuántas ideas, quizás algo sembremos.

(c) Alicia Estrada, 2009

agosto 06, 2009

- Las 10 mejores bodegas del mundo para hacer enoturismo

¿Os apetece visitar las mejores bodegas del mundo para hacer una maravillosa jornada de enoturismo? ¡Os invito! No hagáis maletas, vale con llevar los ojos bien abiertos y el espiritu preparado para las emociones.

Forbes, la famosa revista americana que cada año nos hace conocer la lista de los millonarios mundiales, ha publicado recientemente la lista de las mejores bodegas con oferta enoturística. Veréis que hay bodegas que ofrecen alojamiento, otras restauración y todas evidentemente actividades y visita enoturística. ¿Preparados para el viajecito alrededor del mundo?

Podéis empezar por Portugal y el Hotel da Quinta Do Portal en el Duero.

Para seguir, podéis pensar en el Castello Banfi, en la Toscana, en Italia .

En Francia, en Burdeos, la recomendación es el Château Lynch Bages Médoc

Según Forbes, la mejor propiedad enoturística en España, en La Rioja, es Ysios, la bodega que Santiago Calatrava ha diseñado para el grupo Domecq en Laguardia.

Si viajas por Alemania, la joya enoturística de este país es la Bodega de Peter j. Kuhn en Rheingau (umm,cómo adoro los Riesling de esta bodega)

Para los viajeros en Sudáfrica, la joya de la corona enoturística parece ser la bodega kenforresterwines

Nos cambiamos de continente otra vez y en esta ocasión de la mano de Forbes nos vamos a Sudamérica. Aquí tendríamos que visitar dos bodegas. En el Valle de Colchagua, en Chile, la cita es la Bodega Monteswines y en Mendoza, en Argentina, la gran Bodega que hay que visitar es Fournier

Nos vamos al país de los canguros. La gran joya del enoturismo en Australia es Leeuwin Estate en Margaret River y por último, saltamos a Nueva Zelanda donde nos espera las bodegas de Central Otago

¡Wawww, cuánta sana envidia al escribir este post!.

(c) Alicia Estrada, 2009

agosto 03, 2009

- Bodegas turísticas vs Bodegas de producción

Creo que un día debiéramos hablar de “Guías de Enoturismo”. Reconozco ser muy crítica con este tema y no haber encontrado aún ninguna guía del Enoturismo en nuestro país que me convenza definitivamente. La gran guía de Anaya sigue sin tener mi aprobado. Ya sé que mi opinión no es clave pero supongo que sí será coincidente con la de algunos otros enoviajeros. Y si somos más, alguien nos debiera tener en cuenta.

Por empezar por algún sitio, podemos hablar de las bodegas que aparecen en estas guías. Normalmente los autores de estas guías “vomitan” direcciones y teléfonos de las bodegas para que el viajero entre en la página web de cada establecimiento, valore el interés de la bodega para ser o no visitada y llame a la bodega solicitando hora de visita, etc. Las guías rara vez hablan de los vinos de las bodegas o si los mencionan, se limitan a una mera descripción.

Por supuesto, con tu guía enoturística, puedes conocer las catedrales, iglesias, museos del botijo y acuarios visitables que tiene la zona. ¡¡Como enoturista, lo que a mi me interesa es una valoración de las bodegas y de los recursos vinculados al vino y la gastronomía!! El resto lo puedo encontrar en el material que las oficinas de turismo dan gratuitamente, en las guías generalistas o entrando normalmente en la página web del ayuntamiento que visito, apartado “Turismo”.

Seguiré hablando del tema de las guías enoturísticas en otro post, pero si me permitís me voy a detener en el tema de las bodegas y las guías y dejar mi opinión al respecto, que ya me contaréis si coincide con la vuestra. Yo optaría por crear un “label” o categoría de “Bodega turística” frente a una Bodega entendida desde el punto de vista puramente enológico, de producción, distribución etc.

¿Qué valores tendría que tener una Bodega Turística? Esto merece una reflexión desde luego pero diría que debería contar con las instalaciones, infraestructura, personal y dedicación suficiente para la recepción de visitantes. Una bodega turística además debería tener entre sus objetivos clave –y sigo dando mi opinión- el mantenimiento y difusión de la cultura de la viña y el vino y todo cuanto se relacione con éstos, como paisaje, folklore, tradiciones, costumbres, arquitectura, cultura, fiestas etc.

¿Una bodega industrial donde prima el acero inoxidable y ubicada en un polígono puede llevar el título de “turística”? En mi opinión sí. Seguramente su punto fuerte no podrá ser la arquitectura ni el paisaje pero puede ser una excelente difusora de la cultura del vino y algún día nos podrá sacar al viñedo o nos podrá introducir en el mundo de la cata a la vez que el bodeguero nos habla de sus viejas viñas, de cómo aguantaron los empujes de la filoxera, de los tratos con franceses, de la viña de la abuela, del blanco de malvasía que su madre ponía sobre la mesa todos los domingos a la hora del desayuno. .. y miles de historias más.

¿Una bodega preciosa y maravillosa, con una arquitectura cuidada y exclusiva y la sala de barricas más noble del mundo, puede no ser válida para llevar el título de “bodega turística”. Bien sûr, mon ami!! Su empeño puede ser hacer los mejores vinos del mundo pero no tiene un objetivo preciso de difusión de la cultura del vino y sus instalaciones de acogida por ejemplo, no tienen por qué ser ejemplares. Quizás sea una bodega maravillosa para amantes y apasionados del vino, pero no resulta la mejor opción para el enoturista cultural, por lo tanto habría que matizar su presencia en una guía.

Resumiendo: Creo que en las guías enoturísticas debieran aparecer separadas las bodegas turísticas, de las bodegas a secas, o bodegas industriales o bodegas de producción o como las queramos llamar. Las guías enoturísticas debieran primar a los bodegueros que hacen el esfuerzo de adaptar su producto al mundo del enoturismo y despreciar (literariamente hablando) otro tipo de instalaciones vetadas a la visita libre. No digo que no se citen, especialmente aquellas vinculadas a las grandes marcas del territorio, pero no hay que confundir al viajero. Si una bodega no es visitable turísticamente ¿cuál es el motivo para citarla? Salvo que pueda disfrutarse su arquitectura exterior o el viñedo próximo o el paisaje en el que está enmarcada...
Desde luego es un tema amplio y me gustaría mucho que pudiéramos compartir opiniones. Espero la vuestra.

¡Feliz verano y felices vinos para todos vosotros! Seguiré por aquí.

(C) Alicia Estrada. 2009
(c) Alicia Estrada